La Comisión Federal de Electricidad reveló el año pasado su intención de aumentar en 1,500 megawatts la capacidad instalada de energía nuclear antes de 2031. Sin embargo, es un plan que requerirá mucho tiempo para su puesta en marcha, y diversos reportes sobre problemas al interior de Laguna Verde destacan la necesidad de analizar otras tecnologías antes de echar a andar este proyecto.
“El asunto es multifactorial. Lo primero es que técnicamente construir una nucleoeléctrica es un proceso transexenal que toma mucho tiempo y tiene un costo muy alto. Incluso por eso hay países que tienen recursos y no los aprovechan. Hay tecnologías limpias menos problemáticas y por eso el mundo está optando cada vez más por eólico y solar”, señaló Víctor Ramírez, analista del sector y Vocero de la Plataforma México Clima y Energía.
Ramírez dijo que los argumentos de “falta de confiabilidad” del gobierno no son válidos, pero aún si lo fueran, existen otras tecnologías limpias líderes a nivel mundial que podrían ser aprovechadas en México si tuvieran el impulso económico adecuado.
El primer caso es el del hidrógeno verde, que puede sustituir a la energía nuclear en la generación de energía base, de forma limpia, a un precio más bajo y con menores riesgos relacionados. Incluso la velocidad de implementación de proyectos de hidrógeno podría ser menor a los ocho a diez años que toma un proyecto nuclear.
“Revisa lo que está sucediendo en Europa, donde Iberdrola y otras empresas le están apostando al hidrógeno verde, y por un asunto de costos el desarrollo seguramente será más rápido que el de una nucleoeléctrica. Ambas tecnologías requieren de asesoría externa: CFE podría aportar alguna parte de la ingeniería civil, pero el proyecto de la nucleoeléctrica también lo tendría que hacer un externo”, apuntó.
Paul Sánchez, analista del sector, recordó el caso de Hinkley Point en Reino Unido: una planta nuclear cuya inauguración ha sido retrasada nueve años, y cuyo costo estimado inicial se ha duplicado para alcanzar 23,000 millones de libras.
“El desarrollo nuclear es muy complejo y conseguir las piezas, las condiciones y los estudios mínimo te lleva unos diez años. Para un país que tiene exceso de capacidad instalada, en palabras de la Sener, ¿para qué te desgastas tanto?”, destacó.
Sánchez dijo que la energía solar ha mostrado que puede seguir rompiendo récords de precio a nivel mundial, y que tiene menos retos geográficos y geológicos que la energía nuclear. Para el experto, la opción de aumentar la capacidad de ciclo combinado y de ligar la generación solar a unidades de almacenamiento sigue siendo más atractiva para el país.
Ramírez destacó que la generación nuclear es una tecnología que “siempre ha estado ahí”, y que los gobiernos de sexenios anteriores no han podido aprovechar para crecer la capacidad de generación nacional.
“En el sexenio de Fox querían echar a andar un sistema nucleoeléctrico en el norte del país y no se dió. Ahora está esto, pero me parece que más bien son ideas sueltas y más bien declaraciones contra el despacho de (otras) energías limpias”, dijo.
Finalmente, Ramírez lamentó que ninguna de las alternativas de tecnologías de generación limpias será suficiente para cumplir con las metas de reducción de emisiones para 2024, y que la meta de crecimiento de la energía nuclear es apenas la mitad de lo que se agregó con algunas de las subastas de energía eléctrica el sexenio pasado.