El 2020 fue el año del auge de los megafondos y las megarondas.
En cuanto a los primeros, la actividad más relevante fue en los fondos estadounidenses de primer nivel; por ejemplo, Andreessen Horowitz, que levantó 4,500 millones de dólares (mdd) en dos fondos diferentes; Lightspeed sumó 4,200 mdd en tres fondos (fondo de etapa inicial, fondo de oportunidad y fondo dedicado a seguimiento del portafolio); y New Enterprise Associates (NEA) recaudó 2,600 mdd para su decimocuarto fondo.
En cuanto a las startups, algunas de las megarondas más importantes del año incluyeron a Reliance Jio, un operador de telecomunicaciones en India y parte del conglomerado Reliance, que levantó 20,000 mdd, de los cuales 5,700 provinieron de Facebook; Rivian, un productor de autos eléctricos con sede en Estados Unidos levantó 2,500 mdd en una ronda liderada por T. Rowe Price y SpaceX, la empresa de exploración espacial fundada por Elon Musk, que recaudó 1,900 mdd en una ronda liderada por Legendary Ventures.
Una muestra más del empuje del mercado americano tomando riesgos y aprovechando oportunidades. Empresas tradicionales en mercados emergentes no han aprendido y tan solo se dedican a proteger su participación de mercado sin buscar oportunidades en la dislocación de mercado.
Los megafondos de venture capital se definen como aquellos fondos que levantan más de 1,000 mdd, mientras que las megarondas en startups son aquellas en las que se levantan más de 100 mdd, lo que generalmente las lleva a convertirse en unicornios y acelerar su salida en los mercados públicos.
Estos términos son cada vez más recurrentes en la industria de venture capital y es importante comprender el alcance y las limitaciones de estos en todo el ecosistema de VC.
¿Por qué crear un megafondo?
Los fondos de VC canalizan la inversión hacia startups en busca de rendimiento financiero. Con el tiempo, algunos fondos logran acumular una experiencia significativa y demuestran rendimientos financieros excepcionales para sus inversionistas (Limited Partners – LP).
El negocio de una firma de VC consiste en recaudar múltiples fondos y hacer crecer sus activos bajo administración (AUM) para generar retornos financieros y recibir cuotas de administración más altas.
Los LPs que han invertido en fondos anteriores de un mismo administrador (GP), generalmente invierten cantidades adicionales en los nuevos fondos para mitigar el riesgo y minimizar el proceso de due diligence, al conocer ya las habilidades del GP para administrar el portafolio. Este capital proporciona una capacidad de inversión que permite a los mega fondos apoyar a las startups a través de múltiples rondas de inversión hasta que haya un evento de liquidez.
Además, el capital permite que los fondos se conviertan en una “tienda de una parada”, brindando diferentes servicios a las startups de su portafolio, tales como: consultoría, búsqueda de talento, bootcamps, crecimiento de producto, soporte en roadshows para levantamiento de capital.
Cabe mencionar que detrás de esta tendencia también está la dinámica del mercado para buscar alternativas de inversión con mayores retornos.
Los fondos de VC históricamente más pequeños (<USD$250mm) han mostrado tener mayores retornos financieros que sus contrapartes con más capital, estamos ante un ciclo de mercado donde existe una mayor competencia entre los fondos de VC. Todos buscan tener participación en unicornios que en algún momento puedan listarse en los mercados de valores públicos.
¿Por qué las startups levantan megarondas?
A partir del crecimiento acelerado del ecosistema de innovación, cada vez son más las startups que desean expandir sus operaciones y mejorar sus modelos de negocio. Por lo que requieren más capital para ejecutar estrategias de negocio más elaboradas y flexibles.
Además, las megarondas dan a los emprendedores la oportunidad de alcanzar valuaciones más elevadas y la posibilidad de monetizar a través de bonos o incentivos para incrementar su riqueza. Las megarondas permiten a los emprendedores tener una alta exposición a los medios, alcanzando fama mundial a través de notas de prensa que les ayudan a expandir sus redes de negocios y su influencia en el ecosistema emprendedor.
Los aspectos más destacados de la actividad de las megarondas en 2020 fueron los siguientes:
Geografía: A noviembre de 2020, se habían recaudado 539 megarondas, según Crunchbase. Esto representa casi 142,000 mdd en volumen de inversión de fondos de VC y el 55% del total de dólares invertidos en este período de tiempo.
América del Norte representó el 49% del levantamiento de estas megarondas, mientras que Asia y Europa representaron el 26% y el 13% respectivamente. Entre las megarondas más representativas se encuentran el levantamiento de USD$20mm de Relancie Jio, con sede en India, la megaronda de 3,200 mdd de Yuanfudao en China y la transacción de 3,000 mdd de Waymo en los Estados Unidos.
Industria: Fintech fue una de las industrias que vio más actividad en megarondas en el 2020. Para el tercer trimestre, ya se habían registraron 97 megarondas en empresas fintech, lo que representa el 60% del levantamiento de capital total de la industria. Entre las transacciones más destacadas estuvieron Klarna (Paytech) que levantó USD$685mm, Robinhood (Wealth Management) con USD$660mm, Chime (Digital Bank) con USD$485mm y AvidXchang (B2B Payments) con USD$388mm.
La tendencia general de los megafondos y las megarondas tiene sin duda un impacto a largo plazo en la dinámica del ecosistema de VC. Por el lado de los fondos de capital riesgo han acumulado una gran cantidad de recursos que estarán disponibles en el mercado para invertir en los próximos cinco años (dry powder).
Hoy el 48% del capital disponible para invertir en VC se concentra en megafondos (SVB Q3 2020 State of the Markets). Por esta razón, los megafondos están creando rápidamente barreras de entrada para que otros fondos no puedan acceder a las mejores oportunidades de inversión y, de alguna manera, monopolizan la búsqueda de LPs por vehículos de inversión donde comprometer su capital.
Por otro lado, las megarondas brindan valor agregado a las startups al permitirles acceder a servicios más especializados, desarrollar proyectos de expansión más ambiciosos, mejorar su propuesta de valor adquiriendo otras empresas con capacidades complementarias y atraer el mejor talento para sus operaciones.
También es más atractivo para las startups buscar capital de megafondos que puedan acompañarlas en todo el desarrollo del negocio, alcanzando megarondas aún más grandes y financiamiento de otros megafondos en el futuro.
En los últimos años, hemos visto cómo las megarondas han favorecido las grandes Ofertas Públicas Iniciales (IPO). Solo en 2020, varios unicornios respaldados por VC encontraron liquidez en el mercado público a través de IPO’s con valuaciones récord; que incluyen:
Doordash (valuación al IPO: USD$49bn), Airbnb (USD$47bn), Snowflake (USD$33bn), entre otros. En consecuencia, a largo plazo, las megarondas favorecerán la creación de más startups a más largo plazo, ya que los eventos de liquidez impulsarán a los primeros empleados de estas empresas a comenzar sus carreras como fundadores y, con suerte, construirán los unicornios de la nueva década.
Estamos viendo el comienzo de una nueva era de megafondos y megarondas de startups, que año tras año encuentra la manera de romper sus récords históricos.
Esta tendencia continuará mientras haya capital disponible en el mercado para la inversión y mientras los inversionistas busquen nuevas clases de activos para obtener rendimientos superiores en un escenario post-pandemia.
En los próximos años descubriremos quiénes son las nuevas startups que sustituirán a las empresas tradicionales (o incluso a las big-tech) y quiénes serán aquellos fondos con la visión y las habilidades suficientes para financiarlas y ayudarlas a crecer para cumplir sus objetivos.
“La tragedia de la vida no radica en no alcanzar tu objetivo. La tragedia está en no tener meta alguna por alcanzar.” – Benjamin Mays
*Héctor Shibata es profesor en el EGADE Business School del Tecnológico de Monterrey y director de Inversiones de AC Ventures, un fondo corporativo de venture capital donde es responsable de liderar los procesos de inversión en startups y fondos, y administrar el portafolio. Ejerce la clase del MBA de Financiamiento para el Emprendimiento. Participó en una startup fintech y ocupó cargos previos en private equity y en banca corporativa y de inversión en México y Nueva York.
Este texto es una columna de opinión. Su contenido es responsabilidad del autor y no representa necesariamente la postura de EL CEO.
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