Para que exista una recuperación generalizada y sostenida de la economía y del mercado laboral en el país, es necesario que se genere mayor certidumbre interna y las condiciones para atraer inversiones, indicó el Banco México (Banxico).

Esta reactivación requiere fomentar las condiciones que permitan atraer una mayor inversión y reducir la incertidumbre económica interna

 expuso en el Programa de política monetaria para 2021.

En el documento que entrega cada año al Congreso, el banco central reconoció que desde la política monetaria como en la fiscal se deben tomar acciones para contribuir a la recuperación de la economía que se ha visto dañada por la crisis generada del COVID-19. 

Mencionó que la economía mexicana seguirá enfrentando un entorno incierto en 2021, debido a la evolución de la pandemia, tanto a nivel global como nacional.

Sector privado se siente excluído del plan de reactivación económica de Clouthier

Corregir problemas institucionales

Para el mediano plazo, se enfrenta el reto de que la pandemia pudiera tener efectos persistentes en algunos sectores y regiones. Por ello, es necesario permitir los ajustes necesarios en la economía para impulsar la reactivación, expuso el banco. 

Se debe seguir trabajando en corregir los problemas institucionales y estructurales que han propiciado bajos niveles de inversión y productividad. De igual forma, se debe continuar con el esfuerzo de fortalecer el estado de derecho, abatir la corrupción y combatir la inseguridad

sostuvo Banxico

Con estos elementos se tendrá un mayor dinamismo económico para generar mejores oportunidades de desarrollo y un mayor bienestar para toda la población, no solo en la etapa de recuperación sino, especialmente, en el más largo plazo, insistió Banxico. 

Medidas de Banxico

El banco central indicó que desde la política monetaria se intentó mantener no solo la estabilidad de la inflación, sino también la del del sistema financiero; con base en ello ha decidido reducir la Tasa de Interés Interbancaria a un día en 300 puntos base a lo largo del 2020, alcanzando a partir de septiembre un nivel de 4.25%.

Las reducciones de 50 puntos base que se llevaron a cabo en mayo, junio y agosto se consideró el espacio que, en balance, los escenarios previstos otorgaban a la política monetaria, argumentó. 

En la junta de septiembre se señaló que dicho espacio era limitado y se redujo la tasa de referencia en 25 puntos base. 

Con relación a las decisiones de noviembre y diciembre, la Junta de Gobierno decidió mantener la tasa de referencia en 4.25%, destacando que dicha pausa brindaba el espacio necesario para confirmar una trayectoria convergente de la inflación a la meta.