La idea de generar una nueva contraseña ya sea para un servicio, red social o dispositivo de reciente adquisición podría parecer una monserga, por lo que, probablemente, una primera opción para el usuario sea crear una clave ‘fácil’, lo cual resulta altamente riesgoso.
En principio, porque con ello se vulnera la información del propio usuario, lo que se vuelve un riesgo de mayor alcance si se trata de una cuenta bancaria, información sensible o datos que requieren mayor resguardo.
Y aunque pareciera que al tener un mayor uso de contraseñas por estar cada vez más conectado – este año en buena medida gracias a la pandemia – las personas generarían contraseñas más complejas, aún crean claves que son muy fáciles de descifrar y, por ende, tienden a ser más vulneradas.
El administrador de contraseñas NordPass realizó este año un listado de las 200 peores contraseñas generadas por los usuarios, que esencialmente concentran combinaciones de números continuos fáciles de adivinar.
La peor contraseña que lidera el ranking en ‘123456’, que en 2019 estaba en el segundo lugar, una clave que ha sido expuesta 23.6 millones de veces, a la que le sigue la combinación ‘123456789’, la cual ocupaba el tercer sitio el año previo. Ambas han sido descifradas en menos de un segundo.
Cabe destacar que la edición de este ranking se coló al tercer lugar una nueva contraseña, que de hecho según el reporte tarda hasta tres horas en ser descifrada y rota, que es ‘Foto 1’, que aunque no alcanza el mismo volumen de personas que las otras, sí hubo quienes la usaron.
En el listado figuran combinaciones alfanuméricas que pueden resultar intuitivas como ‘abc123’ hasta palabras como ‘princesa’, ‘mono’ o ‘te quiero’.
Contraseña segura
La principal recomendación es no reutilizar contraseñas en varias cuentas, sino crea una única para cada cuenta y con una extensión considerable, sugiere el informe, intentando que no tenga menos de 12 caracteres.
Asimismo, si se usa una combinación de letras mayúsculas y minúsculas, números y símbolos, es posible que se reduzca significativamente el riesgo de que las contraseñas sean descifradas.
Cabe destacar que menos de la mitad de las contraseñas (78 de ellas) eran nuevas en la lista de ‘más populares” de 2020.