El científico británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y la estadounidense Andrea Ghez ganaron el Premio Nobel 2020 de Física por sus descubrimientos sobre los agujeros negros, uno de los fenómenos más exóticos en el universo, informó este martes el organismo a cargo de los galardones.
La mitad del premio recayó en Penrose, de 89 años, por demostrar “que la formación de un agujero negro es una predicción sólida de la teoría de la relatividad general” y la otra mitad del premio se la reparten Genzel, de 68, y Ghez, de 55, por descubrir que un objeto invisible y extremadamente pesado gobierna las órbitas de las estrellas en el centro de nuestra galaxia, explicó el jurado.
El Premio Nobel de Física es el segundo que se otorga este año, después de que tres científicos ganaran el galardón de Medicina el lunes por su descubrimiento de la hepatitis C.
Entre los premios Nobel, la Física a menudo ha dominado la atención y los galardones pasados fueron para personalidades científicas como Albert Einstein por descubrimientos fundamentales sobre la composición del universo, incluida la teoría general de la relatividad.
“Los descubrimientos de los Laureados de este año han abierto nuevos caminos en el estudio de objetos compactos y supermasivos”, declaró David Haviland, presidente del Comité Nobel para Física, sobre la elección para el premio de 10 millones de coronas suecas (1.1 millones de dólares).
“Pero estos objetos exóticos todavía plantean muchas preguntas que piden respuestas y motivan la investigación futura”.
Cuarta mujer laureada
Ghez es la cuarta mujer que gana el Nobel de Física, una distinción que la científica aseguró tomarse “muy en serio”.
Las galardonadas previas fueron Marie Curie en 1903, Maria Goeppert Mayer en 1963 y Donna Strickland en 2018.
“Estoy encantada de poder servir de modelo para las mujeres jóvenes que se plantean ir hacia este ámbito”, dijo Ghez a la AFP Ghez.
“No sabemos qué contiene el agujero negro, no tenemos ni idea, por eso es algo tan exótico, es algo que nos intriga, que nos hace ir más allá en los límites de la comprensión”, había afirmado poco antes la premiada, localizada por teléfono por la Fundación Nobel.
Cercano a Stephen Hawking
Penrose ha utilizado desde 1965 las matemáticas para probar que los agujeros negros pueden formarse y convertirse en una entidad de la que nada, ni siquiera la luz, puede escapar. Sus cálculos demostraron que los agujeros negros son una consecuencia directa de la teoría de la relatividad general de Einstein.
El científico británico es cercano a su célebre compatriota astrofísico Stephen Hawking, fallecido en 2018.
Juntos “probaron matemáticamente que cuando una estrella muy masiva colapsa, termina en agujero negro (…), sus trabajos mostraron que el estado final de la materia vuelve a un solo punto”, explicó a la AFP Luc Blanchet, del Instituto de Astrofísica de París.
“Es una pena que no dieran el Premio Nobel a Penrose y a Hawking antes de que falleciera. Este premio llega dos años después de su muerte, y sus trabajos se remontan a los años 60”, lamentó.
Desde los años 90, Genzel y Ghez han investigado conjuntamente el centro de la Via Láctea, donde comprobaron la exitencia de un agujero negro supermasivo, bautizado Sagitario A*.
Utilizando los mayores telescopios para estudiar las órbitas de las estrellas cercanas, comprobaron matemáticamente por la atracción gravitacional la existencia de un objeto invisible y con una masa equivalente a unos cuatro millones de veces la del sol.
Los agujeros negros supermasivos son un enigma de la astrofísica, sobre todo por la manera en que llegan a ser tan grandes, y su formación centra muchas investigaciones. Los científicos piensan que devoran, a una velocidad inaudita, todos los gases interestelares que les rodean.
Una primera imagen revolucionaria de estos fenómenos cósmicos fue revelada al mundo en abril de 2019, por un equipo internacional del Event Horizon Telescope, que registro las radiaciones emitidas por el disco de acreción que rodea al agujero negro en el centro de la Galaxia M87, a más de 50 millones de años luz de la Tierra.
“Es la edad de oro para la investigación sobre los agujeros negros, con maravillar que van a llegar”, declaró Shep Doeleman, director del proyecto, a la AFP.
En 2019, el Nobel de Física fue para tres cosmólogos, el canadiense-estadounidense James Peebles, que siguió los pasos de Einstein para aclarar los orígenes del universo, y los suizos Michel Mayor y Didier Queloz, quienes revelaron la existencia de un planeta fuera del sistema solar.
Los premios Nobel se crearon como la última la voluntad de Alfred Nobel, empresario sueco e inventor de la dinamita, y se otorgan desde 1901.
Los premios de este año se dan bajo la sombra de la pandemia de COVID-19, que ha obligado a reducir gran parte de las festividades habituales y ha hecho que el mundo científico compita para desarrollar una vacuna y un tratamiento.
Después del anuncio del premio de Medicina el lunes y el de Física de hoy, le seguirá el miércoles el de Química y el jueves el premio de Literatura, el más esperado junto con el de la Paz, que se conocerá el viernes en Oslo.
La única recompensa no prevista en el testamento del inventor sueco, el premio de Economía “en memoria de Alfred Nobel”, creado en 1968, cerrará la temporada el próximo lunes.
Con información de AFP y Reuters