Cuando la batalla legal de una década entre Google y Oracle finalmente llegue a la Corte Suprema de Estados Unidos esta semana, muchos en la industria de la tecnología seguirán los procedimientos con un interés inusual.
No se trata solo de que la audiencia oral programada para el próximo 7 de octubre marque una confrontación poco común en el tribunal superior de Estados Unidos entre dos gigantes tecnológicos, con Oracle reclamando 9,000 millones de dólares en daños por el uso ilegal de su software.
Tampoco es porque el caso llegue a un punto crítico justo cuando los dos se encuentran en un filo político en Washington, detalló The Financial Times.
Oracle, políticamente bien conectado, está tratando de ganarse el respaldo del gobierno para su acuerdo para las operaciones internacionales de TikTok , mientras que Google enfrenta la perspectiva de una denuncia antimonopolio histórica del Departamento de Justicia, que se espera de manera inminente.
Pero para muchos en el mundo de la tecnología, el interés principal del caso se basa en una cuestión técnica fundamental: una pérdida de Google, según los partidarios de la empresa, repercutiría en toda la industria, al aumentar enormemente el poder de las empresas que controlan las tecnologías más utilizadas y dificultando las aspiraciones de los rivales.
“Esto afectará a todas las plataformas, todas las cosas que han provocado un crecimiento exponencial en nuestra industria”, dijo Joshua Bloch, un ingeniero que trabajó en el código en el centro de la disputa.
El caso gira en torno a si los desarrolladores necesitan permiso para copiar las API utilizadas en otros programas.
Las API son las interfaces que otorgan acceso a funciones particulares en un programa: si una nueva pieza de código usa las mismas API que una pieza de software existente y ampliamente utilizada, entonces es mucho más fácil para los desarrolladores reutilizar el código que ya han escrito para ejecutar en la nueva plataforma.
Eso es lo que Google esperaba cuando creó el sistema operativo móvil Android, copiando las API de Java, un marco de software desarrollado por Sun Microsystems.
Oracle, que compró Sun en 2009, presentó una demanda.
Después de una larga serie de audiencias, un tribunal de apelaciones confirmó el argumento de Oracle de que sus API deberían recibir protección de derechos de autor, a lo que se sumó el dictamen de que Google no estaba cubierta por la exención de ‘uso justo’ que permite el uso limitado de material.
Para la industria del software, esos fallos fueron una ‘bomba’.
Reutilizar API como esta es una forma común en que otras empresas de tecnología hacen que sus productos interoperen con las plataformas tecnológicas más utilizadas, dijo Bloch, quien supervisó las API de Java mientras estaba en Sun, y luego trabajó en Google adaptándolas para Android.
Más casos
La historia de la informática está plagada de ejemplos similares, desde el sistema operativo Linux de código abierto, que se basaba en el código Unix desarrollado en AT&T, hasta las primeras PC que fueron clonadas para funcionar como la primera computadora personal de IBM.
Incluso el software de base de datos de Oracle se basó en tecnología creada por IBM, aunque Oracle sostiene que no existe una comparación directa entre esto y la reutilización del código Java por parte de Google.
Si las empresas de tecnología pueden limitar la forma en que otros usan sus API, podría permitirles bloquear a nuevos competidores disruptivos.
Kent Walker, el principal abogado de Google, dijo que la reutilización de software era esencial para crear competencia en el mercado de cómputo en la nube de rápido crecimiento.
Una serie de decisiones legales históricas ha apoyado el uso permisivo de las API, incluyendo casos en los que las empresas copiaron software para que sus juegos pudieran funcionar en consolas fabricadas por Sega y Sony sin necesidad de licencia.
Google y sus partidarios argumentan que las API deberían estar abiertas para su reutilización porque son un ‘método de operación’ para un programa de computadora, lo que las coloca fuera del alcance de la protección legal, en lugar del programa en sí.
Por su parte Ken Glueck, vicepresidente senior de Oracle, dijo que Google estaba tratando de establecer una distinción falsa entre las interfaces y el resto de los programas de computadora, y que la gran cantidad de código Java que tomó, en más de 11,000 líneas, muestra que estaba tomando un parte vital del programa.
Los posibles escenarios
Si Google pierde en este punto, tendrá que basarse en el argumento de que estaba cubierto por el ‘uso justo’, aunque el desafío será persuadir a los jueces de que la copia sin licencia de software debería ser más permisible, dada la naturaleza funcional de las API, que copiar cosas como novelas y música.
La demora de 7 meses en la audiencia debido a la pandemia ha dejado a Google con una pendiente legal más compleja que escalar. Tras la muerte de la magistrada de la Corte Suprema, Ruth Bader Ginsburg, tiene que ganar al menos un veredicto de cinco a tres para anular las sentencias en su contra.
Si los magistrados están divididos equitativamente, Google podría buscar que el caso se vuelva a escuchar frente a un tribunal de nueve jueces, aunque Lotus, que perdió su caso en circunstancias similares, no logró una segunda audiencia.
Un empate 4-4 directo, además de darle la victoria a Oracle, tendría otro efecto: el caso perdería su potencial para sentar precedentes, dejando al resto de la industria tecnológica con incertidumbre sobre el estatus legal de un problema técnico central.