El Departamento de Estado de Estados Unidos publicó un reporte sobre el clima de inversión en México en el que enumera una serie de factores que contribuyen a la incertidumbre actual.
Los inversionistas informan que los cambios regulatorios, la débil salud financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex) y una respuesta fiscal débil percibida a la crisis económica del COVID-19 merman el clima de inversión en México.
La incertidumbre sobre el cumplimiento de contratos, la inseguridad, la informalidad y la corrupción también continúan obstaculizando el crecimiento económico mexicano. Estos factores elevan el costo de hacer negocios en México
comentó el Departamento de Estado en su reporte sobre clima de inversión en México.
Factores externos e internos provocaron que en el primer trimestre del año las principales agencias calificadoras (Fitch, Moody’s y Standard and Poor’s) recortaran la nota soberana de México y las calificaciones crediticias de Pemex, a terreno basura.
‘Ángeles caídos’ dan alas a portafolios de inversionistas
La incertidumbre lleva a pronósticos de una contracción de hasta 12% del PIB mexicana para el 2020.
Las mayores dudas
Durante la administración de Enrique Peña Nieto, se realizaron una serie de reformas que denominaron como ‘estructurales’, entre ellas, la Reforma Energética. Dichas reformas modificaron los sectores de energía, generación eléctrica, telecomunicaciones y venta minorista de combustibles y liberaron el acceso a los inversionistas extranjeros.
La administración de (Andrés Manuel) López Obrador ha realizado algunos cambios regulatorios y de políticas que favorecen a Pemex y CFE sobre los participantes privados. Los cambios han llevado a empresas privadas a presentar demandas en tribunales mexicanos y varias están considerando el arbitraje internacional
comentó el Departamento de Estado.
Otro riesgo que Estados Unidos ve para invertir en México son los cambios en las ‘reglas del juego’, particularmente en el sector energético, al debilitar la autonomía de instituciones como la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH).
Un atentado contra la competencia
“Los analistas sostienen que la Cofece ha perdido influencia y la administración nombró a cuatro de los siete comisionados de la CRE a pesar de las objeciones del Senado”, dijo el Departamento de Estado.
Los recortes presupuestarios de la administración resultaron en despidos significativos, lo que, supuestamente, ha obstaculizado la capacidad de las agencias para llevar a cabo su trabajo, un factor clave en las decisiones de inversión.
De enero a julio de este año, México se afianzó como el primer socio comercial de Estados Unidos.
El intercambio comercial entre México y Estados Unidos en los primeros siete meses de 2020 fue de 290,600 millones de dólares, menor en 19.5%, respecto al mismo lapso del año previo, lo que refleja el impacto de la crisis económica por el COVID-19.