El pasado 3 de septiembre, la Secretaría de Economía publicó un decreto por medio del cual, por un periodo de cuatro años, libera de arancel la importación de vehículos eléctricos nuevos para el transporte de diez o más personas, los vehículos automóviles eléctricos ligeros nuevos y los vehículos automóviles eléctricos nuevos para el transporte de mercancías.
La dependencia argumentó que el arancel existente de 20% para vehículos ligeros y de 15% para vehículos de transportes de mercancías podrían desalentar el comercio y retrasar el consumo de dichas mercancías, en un momento en el que la industria automotriz experimenta bajas históricas.
Estimaciones de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) indican que la compra de vehículos pesados caerá entre 39% y 47% durante el 2020.
Además, consideraron que la producción nacional de vehículos automóviles eléctricos es “incipiente”, por lo cual es importante “ facilitar el acceso de los consumidores” a dicha tecnología.
Posterior a la publicación del decreto, Guillermo Rosales Zárate, director general adjunto de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) dijo a medios de comunicación que dicho decreto abría la puerta a la basura automotriz.
La Secretaria aclaró en un comunicado posterior que dicha preocupación carecía de fundamento, pues el decreto sólo exenta de arancel a los vehículos nuevos, para los usados se mantienen los aranceles vigentes.
Estas medidas buscan favorecer el cumplimiento de los compromisos internacionales de México en materia de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y, al mismo tiempo, incentivar la demanda de este tipo de vehículos para acrecentar su producción en el país.
— Economía México (@SE_mx) September 9, 2020