México ocupa el lugar 10 de los países con más alta impunidad en el mundo, de acuerdo con el Índice Global de Impunidad 2020 (IGI-20209 presentado por la Universidad de Puebla (UDLAP), que analiza el nivel que registran 69 naciones a nivel global.
El rector de la UDLAP, Luis Ernesto Derbez Bautista, presentó los resultados de la tercera edición del índice, que tiene como objetivo visibilizar en términos cualitativos el problema global de la impunidad y su efecto directo en otros fenómenos globales como: desigualdad, corrupción y violencia.
El estudio analiza tres niveles de impunidad, donde cada uno concentra a los países dependiendo del nivel que corresponda. México está ubicado en el lugar 10 de los países en donde hay más alta impunidad y el cuarto de América Latina en el ranking.
Los datos del IGI-2020 revelan que Ecuador, Perú y Guatemala concentran un mayor nivel de impunidad que México, al tiempo que sugieren que el país “necesita tomar medidas urgentes para reducir los altos índices de impunidad y es vital la necesidad de incrementar el número de jueces”.
Lo anterior significa que México requiere dotar de mayores presupuestos a los sistemas de seguridad y justicia, recursos que deben reflejarse en un aumento de sus capacidades humanas, infraestructura y profesionalización.
El aumento de recursos a estos sistemas gubernamentales, en los últimos años, no ha tenido una correlación positiva para reducir los niveles de impunidad y violencia en el país, pues la clave del problema está en la corrupción del uso de estos recursos y la falta de supervisión y auditoría del funcionamiento de las instituciones del país en el ámbito nacional y local
A partir del primer reporte, publicado en 2015, se ha destacado que medir la impunidad por sí misma es muy relevante, pero que altos índices de impunidad pueden estar interrelacionados con distintas problemáticas.
Entre las dificultades que se consideran está la desigualdad socioeconómica, el acceso a la justicia, la fragilidad del Estado de derecho, un desarrollo económico insuficiente, dificultades para la atracción de nuevas fuentes de inversión extranjera y turismo y mayores violaciones a los derechos humanos, un elemento que no se debe perder de vista.
Asimismo, destaca que debido a las altas puntuaciones en México en la dimensión estructural (tanto en el sistema de justicia como el de seguridad), ésta debe de ser una prioridad para el país.
El IGI-2020 registra como promedio 17.83 jueces por cada 100,000 habitantes. En comparación, México cuenta con tan sólo 2.17 jueces por cada 100,000 habitantes, una cifra que contrasta con la del país con menor impunidad: Eslovenia, que registró 42.77 jueces por cada 100,000 habitantes.
La impunidad en el mundo
Con la información disponible en 2019 se analizaron 69 países. El IGI-2020 permitió ampliar las unidades de observación total a dos naciones más, aunque se consideran por separado a Escocia e Irlanda del Norte con respecto al Reino Unido.
También, se incluyeron dos países que generan estadísticas, aunque no son Estados miembros de la ONU: Palestina y Kosovo.
En la medición se integró a algunos países que no fueron contemplados en el IGI -2017: Bélgica, Bahréin, Liechtenstein, Escocia, Kosovo, Kirguistán, Belarús, Palestina, Nepal, Guyana, Azerbaiyán, Marruecos y Tailandia.
Asimismo, a pesar de que se adicionaron nuevos Estados al Índice, 12 casos tuvieron que salir del estudio por irregularidades o inconsistencias significativas en la presentación de la información: Argentina, Australia, Brasil, República Checa, República Dominicana, El Salvador, Filipinas, Granada, Irlanda, Kenia, Trinidad y Tobago, y Venezuela.
El informe reveló que en124 países con membresía en las Naciones Unidas no hay estadísticas suficientes sobre seguridad y justicia que permitan una evaluación comparada. Esto destaca la importancia del concepto de impunidad estadística como componente indispensable del análisis comparado de la impunidad.