La Junta de Gobierno de Banco de México se reunirá este jueves para dar a conocer su decisión de política monetaria, algo para lo que prácticamente no se espera ninguna sorpresa, lo cual también puede jugar en contra del banco central.
En lo que va del año, y en particular desde que el COVID-19 se convirtió en un problema mundial, la política monetaria del banco central ha acomodado las expectativas o deseos del mercado en sus decisiones, algo que no necesariamente es negativo, pero que pone le presión al mandato, que es el de solo contener la inflación y no reactivar la economía.
Hay dos factores que explican esta dominancia del mercado en la política monetaria, tanto en México como Brasil. La primera es que, para compensar la insuficiencia del estímulo fiscal, el banco central ha entrado a compensarlo a través de la política monetaria
dijo Alfredo Coutiño, director general para América Latina de Moody’s Analytics.
El segundo factor, dice Coutiño, tiene que ver con el hecho de evitar un deterioro de las expectativas del mercado que pudieran ocasionar una corrida financiera que afecte la estabilidad macroeconómica del país.
Para paliar los efectos que ha generado el confinamiento, Banxico no solo ha recortado su tasa de interés referencial en 150 puntos base desde mediados de marzo, en línea con lo estimado por el mercado, también ha anunciado una serie de medidas para garantizar la liquidez en el sistema financiero que ya suman 750,000 millones de pesos, equivalente a 3.3% del Producto Interno Bruto (PIB).
Mientras que por el lado de la política fiscal, Hacienda ha implementado una serie de medidas como adelantar el gasto público, la entrega de programas sociales, así como el otorgamiento de préstamos a negocios y personas que laboran en el sector formal e informal, por mencionar algunas, que equivalen a alrededor de 1% del PIB, y que para los especialistas han resultado insuficientes.
Esto se da en un contexto en el que, además, el espacio fiscal es limitado para lanzar medidas más agresivas, así como para acelerar la contratación de deuda, a decir de Arturo Herrera, secretario de Hacienda,
“Fue un error de comunicación, en muchos otros países lo que se hizo (fue que) todos los programas de apoyo se empaquetaron y se lanzaron al mismo tiempo, nosotros hemos venido haciendo anuncios en la medida en que juzgábamos necesarios y en la medida en la que estaban listos. Y probablemente por esta fragmentación en la comunicación hay la percepción de que se ha hecho menos”, dijo Herrera al participar en el podcast de Banorte Rumbo Económico.
Mientras tanto, los 28 participantes de la encuesta de expectativas de Citibanamex esperan un recorte de 50 puntos base en la tasa de Banxico este jueves. Y para el cierre del año ven la tasa en 4.50%, desde el actual 5.50%.
De acuerdo con Coutiño, la consecuencia positiva de que Banxico acomode los deseos del mercado ante la insuficiencia del estímulo fiscal es que logra contener el deterioro de las expectativas de los participantes de los mercados y reduce la probabilidad de una desestabilización financiera.
La mala está en que se puede caer en un círculo vicioso en el que el mercado va a pedir más (…) va a ser muy difícil poder detener los deseos y eso puede llevar al banco a un ciclo de relajamiento monetario a niveles tan bajos, que a final de cuentas van a atentar contra la inflación y va a generar una reversión brusca de la política monetaria, que entonces va a poner en riesgo la posible recuperación de la economía
dijo Coutiño.
La minuta de la última reunión mostró que algunos integrantes de la Junta consideraron que la ausencia de un enfoque integral de apoyo, particularmente en virtud de la modesta respuesta fiscal, puede resultar en una recuperación más lenta.
La mayoría también destacó la importancia de medidas fiscales de apoyo que no pongan en riesgo la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Al respecto, algunos consideraron que las medidas para apoyar a la planta productiva y mitigar los efectos de la pandemia han sido insuficientes, y reconocieron que hay poco margen debido a las reducciones en la calificación de la deuda soberana, así como a la fragilidad de las finanzas públicas y de Pemex
La economía de México todavía se está recuperando de la crisis del coronavirus, y se requiere un mayor estímulo político para amortiguar el golpe. Esperamos un recorte de la tasa de 50 puntos base en esta reunión, y otros 100 puntos de recortes después de eso, lo que llevaría la tasa de política a 4.00% para fin de año
escribió Quinn Markwith, economista para América Latina de Capital Economics.