Autoridades del gobierno estatal y la oficina de representación de la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios (ADI) del estado tuvieron una reunión virtual para asegurar la recuperación del desarrollo inmobiliario en Quintana Roo.
De acuerdo con información de la ADI, el desarrollo inmobiliario en Quintana Roo generó más de 80,000 fuentes de trabajo durante 2019, de los cuales 39 mil fueron formales y 41 mil informales, por lo que consideran de alta importancia que se reanuden las actividades. Según sus estimaciones, la inversión de los miembros de la asociación suman más de 1,800 millones de dólares para el 2020.
“Es fundamental que mantengan su confianza en la inversión en el estado, que echen a andar sus diversos proyectos de inversión y que todos ellos cumplan con las normas que deben tenerse, principalmente en materia ambiental. Sin duda, ésa es la mejor manera de apoyar el desarrollo económico del estado” dijo Carlos Joaquín González, gobernador del estado, por lo cual se comprometió a garantizar condiciones “que fortalezcan la confianza y certeza para las inversiones”.
Recuperación nacional será en 2021
En un foro virtual, la Asociación de Desarrolladores Inmobiliarios y la consultora McKinsey & Company comentaron que la recuperación de la industria de la construcción comenzará de forma gradual a partir del 2021, mientras que el mayor impacto del COVID-19 se verá reflejado mayormente durante el 2020.
Agregaron que el sector inmobiliario y las industrias relacionadas con la construcción y los bienes raíces tendrán que adaptar sus modelos operativos, de negocio y comerciales para responder a la ‘nueva normalidad’.
El sector se enfrenta a retos como la gestión de la fuerza laboral, la administración de efectivo a corto plazo, así como resistir con el cierre parcial de operaciones y los efectos del golpe económico, además de que deben diseñar planes específicos que respondan a los escenarios más probables, para así tratar de recuperar el ritmo con que se desempeñaban y reimaginar cómo serán las nuevas condiciones del mercado y adaptar su oferta como industria.
A nivel nacional, según las estimaciones de la ADI, las industrias relacionadas con la actividad inmobiliaria generaron durante el 2019 más de 3.1 millones de empleos directos y 1.4 millones de indirectos, que sumados a los 1.9 permanentes correspondientes a los inquilinos de los inmuebles, superan las 6.4 millones de fuentes de trabajo.
En Ciudad de México, donde también se dio un freno en las construcciones, los socios han emprendido acciones para reanudar la construcción de 150 proyectos.
Téllez Kuenzler destacó que ya incorporan los protocolos que incluyen sanitización de los espacios de trabajo, equipamiento de protección para trabajadores, promover la sana distancia, establecer horarios escalonados de interacción y contar con un depósito de desechos.