Ingka Group, el dueño de la mayoría de las tiendas IKEA, dijo este martes que terminó de pagar la ayuda otorgada por el gobierno serbio para cubrir los sueldos de sus empleados durante el aislamiento, y que estaba por hacer lo mismo en Rumania.
El vendedor de muebles más grande del mundo también pagará la ayuda recibida en Bélgica, Croacia, República Checa, Irlanda, Portugal, España y Estados Unidos.
“Nuestro principal objetivo es simplemente regresar el generoso apoyo que el gobierno otorgó a los negocios durante este difícil periodo”, dijo Tolga Oncu, jefe de ventas de Ingka Group, a través de un email.
“Aunque nadie sabe cómo se desarrollarán las cosas, ahora tenemos un mejor entendimiento del impacto de la crisis en nuestros negocios y, por lo tanto, hemos decidido que pagar los apoyos es lo correcto”.
El ministro de finanzas rumano, Florin Citu, agradeció a la compañía a través de una publicación en Facebook por no haber usado los 858,504 lei (200,833 dólares) comprendidos en el apoyo para cubrir el desempleo técnico entre el 17 de marzo y el 12 de junio.
“Representantes de IKEA dijeron que, aunque enfrentaremos muchos retos hacia adelante, en su opinión los resultados de la compañía serán mejor de lo que estaban esperando hace unos meses. Por lo tanto, IKEA tomó la decisión de no usar los fondos del presupuesto estatal”, dijo Citu.
La compañía británica de insumos de oficina Bunzl dijo el lunes que también estaba planeando pagar el apoyo gubernamental y adelantar el pago de sus impuestos diferidos, luego de que sus ventas durante la crisis fueran mejores de lo esperado.
Las tiendas IKEA alrededor del mundo comienzan a abrir de forma gradual luego de que la mayoría de ellas cerró temporalmente a causa de la pandemia de COVID-19.