La petrolera británica BP recortó sus perspectivas sobre los precios del petróleo hacia 2050, lo que lo llevó a depreciar hasta en 17,500 millones de dólares sus activos, y se alista para reajustar sus negocios ante las afectaciones de la pandemia de COVID-19.
La compañía recortó en alrededor de 30% sus previsiones de precios: la media del crudo Brent quedó en 55 dólares por barril entre 2021 y 2050 y la del gas Henry Hub en 2.90 dólares por millón de unidades térmicas británicas (BTU).
En un comunicado, BP dijo este lunes que las secuelas del coronavirus acelerarán la transición hacia una economía con menos emisiones de CO2, en línea con los objetivos del acuerdo climático de París de 2015.
Hemos reajustado nuestra perspectiva de precios para reflejar ese impacto y la probabilidad de mayores esfuerzos para ‘reconstruir mejor’ hacia un mundo coherente con (los acuerdos de) París
dijo Bernard Looney, CEO de BP
BP reportará sus resultados trimestrales el 4 de agosto y en septiembre, Looney dará a conocer una estrategia para reinventar la compañía, que incluirá un menor enfoque en el petróleo y un mayor negocio de energías renovables.
La petrolera también aumentó el precio supuesto que tendrá que pagar a los gobiernos por el dióxido de carbono emitido por sus actividades de petróleo y gas a 100 dólares por tonelada de CO2 en 2030 desde los 40 dólares que calculaba antes.
Como resultado, en el segundo trimestre aplicará una depreciación de activos de entre 13,000 y 17,500 millones de dólares después de impuestos. También revisará sus planes para algunos proyectos de petróleo y gas que se encuentran en las primeras etapas de exploración.
Previamente, la petrolera anunció un cargo por deterioro de hasta 3,000 millones de dólares, tras acordar la venta de un paquete de activos, ante la estrepitosa caída de los precios del petróleo.
Empresas como Shell, Chevron, Repsol y Equinor también han depreciado sus activos hasta por 10,000 millones de dólares.
La semana pasada, BP dijo que recortará alrededor del 15% de su plantilla en respuesta a la crisis sanitaria y como parte de la transición hacia la energía renovable del plan de Looney.
Con información de Reuters