En China, donde brotó la pandemia de COVID-19 a finales de diciembre, ha habido un aumento de las infecciones durante el fin de semana, la mayoría vinculadas al mercado de Xinfadi, al sur de Pekín. 

Ante una posible segunda oleada, las autoridades de Pekín anunciaron este lunes el cierre de las instalaciones deportivas y de ocio, además de la intensificación de los controles para contener el foco de infección.

Este nuevo brote se da al tiempo en el que países de Europa como España y Alemania comienzan a relajar sus medidas de sanidad, mientras en América la curva de contagios no se aplana.

En Pekín se restablecieron los controles de temperatura que habían dejado de realizarse en los ingresos a las áreas residenciales, edificios de oficinas, mientras los sitios culturales y deportivos serán cerrados nuevamente.

Este lunes, el ministerio de Salud reportó 49 nuevos casos en todo el país, 36 de ellos vinculados al mercado Xinfadi, lo que alimenta temores sobre una segunda oleada epidémica.

Un alto funcionario del barrio de Haidian informó sobre la detección de más personas infectadas en Yuquandong, otro mercado mayorista del noroeste de la capital y por lo cual se encontraba estrictamente vigilado por policías y guardias, según la AFP.

Las autoridades decretaron el cierre de los puntos de venta y escuelas aledañas y ordenaron el confinamiento en 10 zonas residenciales cercanas, prohibiendo salir a sus habitantes.

Entre las personas que tuvieron contacto cercano con infectados vinculados al mercado de Yuquandong, algunos fueron automáticamente puestos bajo cuarentena. Otros tendrán que llevar consigo “termómetros inteligentes” permanentemente para poder controlar su temperatura.

Acceso a zonas residenciales en Pekín

El acceso a las zonas residenciales estará nuevamente restringido a los no residentes, informaron las autoridades.

En los últimos días, Pekín ha puesto en marcha una importante campaña con 200 puestos de detección de COVID-19 focalizado a personas que trabajan en los dos mercados mencionados, quienes viven cerca de ellos o han estado recientemente allí.

Ante este rebrote de coronavirus, en varias ciudades han aconsejado a sus habitantes no desplazarse a Pekín.

Responsables despedidos 

También fueron tomadas las primeras sanciones políticas. La alcaldía de Pekín despidió a dos altos funcionarios del barrio de Fengtai, donde está Xinfadi, así como al director del mercado. 

Por el momento se constata cierta escasez de productos frescos.

En el supermercado Xianhui, al centro de Pekín, algunos estantes de frutas se encontraban vacíos este lunes. Los empleados explicaron que fueron retiradas porque provenían de Xinfadi. 

Una estudiante de 19 años, sin identificarse, se manifestó preocupada por el rebrote epidémico.

Estoy en Pekín desde hace algunos días, pero volveré a casa,

dijo a la agencia de noticias. 

En China, actualmente hay 177 personas con COVID-19, dos en estado grave. Se trata del nivel más elevado desde comienzos de mayo  y no se han señalado muertes desde hace un mes.

Según la OMS, hasta el 14 de junio había 7.6 millones de casos confirmados a nivel global y 427,630 fallecimientos.

Con información de AFP