La industria del shale en Estados Unidos podría colapsar si los precios del crudo no se recuperan a los niveles vistos antes de la pandemia, advirtió un estudio del Instituto de Economía y Paz.
La profunda caída en los precios de crudo afectará regímenes políticos en Medio Oriente, especialmente en Arabia Saudí, Irak e Irán, lo que puede resultar en el colapso de la industria del shale en EU, a menos que los precios regresen a sus niveles previos,
indica el reporte titulado COVID-19 y Paz.
El instituto destacó también que la industria ya estaba afectada por la guerra de producción entre Rusia y Arabia, así como por la falta de un compromiso de recortes a largo plazo. Hasta el momento, los miembros de OPEP+ sólo han acordado mantener recortes contenidos hasta finales de julio.
Diversos analistas habían advertido que las empresas de shale, responsables por el alza de Estados Unidos como el productor de crudo número uno a nivel mundial, estaban menos preparadas para enfrentar una crisis que otras empresas del sector petrolero.
Las razones para esta falta de seguridad en las empresas incluyen el poco apalancamiento financiero comparadas con las grandes transnacionales, así como el alto costo del proceso de shale, que obtiene ingresos cuando el barril de petróleo cotiza por encima de los 30 dólares.
En una nota de marzo, JPMorgan advirtió que una de las razones por las que Arabia Saudita estaba dispuesta a involucrarse en la guerra de precios con Rusia podría ser la de presionar la producción estadounidense, que se había vuelto el líder mundial en años recientes. Esta presión estaría enfocada principalmente en la industria del shale.
El sector de shale ya ha visto caídas prácticamente irreversibles en algunos de sus jugadores más importantes. Chesapeake Energy, un pionero del sector, vio sus acciones llegar a los 20 centavos el pasado abril, después de que ejecutivos de la compañía advirtieron sobre la posibilidad de declarar bancarrota.
La explosión de shale en Estados Unidos se dio cuando el barril de petróleo cotizaba por encima de los 70 dólares, por lo que la mayoría de estas compañías no están preparadas para un escenario prolongado de bajos precios.
Durante marzo y abril, algunos analistas señalaron la posibilidad de que un eventual colapso de las empresas pioneras de shale llevara a una adquisición de activos por parte de las grandes petroleras transnacionales. Sin embargo, los recientes anuncios de planes ambientales por parte de estas empresas complica la posibilidad de que sean ellas quienes rescaten al sector.