British Airways, EasyJet y Ryanair calificaron de desproporcionadas e injustas las medidas impuestas en Reino Unido que obligan a un confinamiento obligatorio para visitantes extranjeros, por lo que buscan revertir la disposición por la vía legal.
Hoy entró en vigor en Reino Unido la nueva norma que indica que cualquier persona que llegue desde el extranjero deberá mantenerse en cuarentena durante 15 días, que será monitoreada por el gobierno británico. La medida aplica para visitantes que lleguen por tierra, aire y mar, así sean residentes o visitantes.
“Introducimos esta cuarentena porque como el número de nuevas infecciones disminuye (en el Reino Unido), la proporción de infecciones procedentes del extranjero aumenta”, explicó el ministro de Sanidad, Matt Hancock, en Sky News.
Se aplicarán controles aleatorios y quienes infrinjan la medida serán multados con 1,000 libras (27,460 pesos). Los transportistas, el personal sanitario, los jornaleros agrícolas y las personas procedentes de Irlanda estarán exentos.
La medida generó reacciones tanto de aprobación como de rechazo. Por ejemplo Patrick Vallance, consejero científico del gobierno, admitió ante la prensa que la decisión de aplicar esta cuarentena ahora era más política que científica. Otros países, como Francia, anunciaron que harían lo propio con los viajeros procedentes del Reino Unido en respuesta.
También se inconformaron empresas de transporte aéreo y de turismo, sectores fuertemente golpeados por la pandemia, pues temen que la medida frene la reanudación de sus actividades.
Van por freno a cuarentena
Willie Walsh, director ejecutivo de British Airways, dijo que tomarán medidas legales para bloquear el plan de cuarentena del Reino Unido.
Walsh envió el 4 de junio una carta a los miembros del parlamento, a la que tuvo acceso Bloomberg, donde señaló que la medida imposibilita los planes de la aerolínea de recuperar 40% de sus vuelos programados para julio y obliga a la empresa a “quemar” 25 millones de dólares al día.
“En nuestra opinión, el gobierno no ha podido identificar una justificación válida para la naturaleza general de las regulaciones, más especialmente dada la naturaleza extremadamente severa de las disposiciones de autoaislamiento que se aplican”, según la carta que también firmaron EasyJet y Ryanair.
El CEO de Ryanair, Michael O’Leary, también criticó las medidas y previamente acusó al gobierno de “inventar esto a medida que avanza”. Ryanair planea reanudar el vuelo a partir del 1 de julio, mientras que EasyJet, la segunda aerolínea de descuento más grande de Europa, planea reiniciar algunos vuelos el 15 de junio.
Las aerolíneas iniciaron un procedimiento judicial conocido como revisión judicial en el Tribunal Superior de Londres, el cual permite a los miembros del público y las corporaciones pedir cuentas al gobierno sobre las decisiones de política.
El procedimiento más allá de calificar si una medida es o no correcta, lo que busca es comprobar que se utilizaron con suficiencia los procedimientos legales. El Ministerio del Interior se negó a comentar sobre la posible acción legal el sábado por la noche.
Un día antes, James Slack, portavoz del primer ministro Boris Johnson, dijo a la prensa que el gobierno quiere trabajar con la industria a medida que el país pasa por la pandemia.
El secretario del Interior, Priti Patel, y el ministro de Aviación, Kelly Tolhurst, hablaron con los líderes de la industria de la aviación sobre las medidas de cuarentena durante una llamada de 90 minutos el jueves por la noche, sin embargo British Airways no participó en la llamada debido a la forma en que se han impuesto las reglas, dijo a Bloomberg una fuente cercana.
Amenazan con recortes
En medio del conflicto, British Airways (BA) continúa en discusiones con sus trabajadores y ha advertido a su sindicato de pilotos que podría despedir a 4,300 personas para luego reincorporarlos con contratos individuales.
“Esto ha socavado seriamente nuestras conversaciones, que ahora penden de un hilo”, dijo Brian Strutton, secretario general del sindicato, en un correo electrónico a Bloomberg y añadió que “pone en duda si BA es incluso capaz de llevar a cabo las relaciones laborales correctamente y si se puede confiar en algo que digan”.
Con información de AFP