El brazo comercial de la petrolera mexicana Pemex, PMI, ya considera opciones para reducir compra de combustibles que recibirá en mayo y junio a medida que la demanda de gasolina y diésel continúa cayendo en el país, dijeron a Reuters tres fuentes cercanas a las conversaciones.
La semana pasada, Pemex declaró fuerza mayor sobre los suministros de combustibles de PMI después de que se creara un cuello de botella con más de 60 buques esperando para descargar cerca de los puertos mexicanos.
Los retrasos en la descarga se han dado, principalmente, porque Pemex ya no tiene almacenamiento para recibir toda la compra de combustibles, además de que los trámites en los puertos se han vuelto más engorrosos, según dijeron fuentes con conocimiento a El CEO.
PMI aún no ha declarado fuerza mayor (una provisión contractual que permite a una de la partes suspender temporalmente sus obligaciones por causas ajenas a su voluntad) sobre sus propias compras de combustible, que se realizan principalmente a través de contratos de suministro con firmas de refinación en Estados Unidos.
No todos los contratos firmados por PMI permiten declarar fuerza mayor en caso de una disminución abrupta de la demanda, por lo que la compañía ya negocia con algunos proveedores sobre posponer o cancelar compra de combustibles originalmente planificadas para entregar en mayo y junio, dijeron fuentes de Reuters.
Representantes de empresas privadas que importan combustible externaron a El CEO que las empresas proveedoras han mostrado apertura durante las conversaciones, pues conocen la situación del mercado y no quieren afectar sus relaciones con clientes.
Hasta que se resuelva el asunto, se espera que la acumulación de tanqueros cargados con combustibles para PMI aumente. Ello podría conducir a un incremento en las facturas que incluyen penalizaciones por demoras, las cuales aplican cuando un barco no descarga dentro del plazo acordado.
Las conversaciones podrían centrarse en mantener los volúmenes de compra de los próximos meses, pero aplazar los periodos de entrega y recepción. Debido a las complicaciones para predecir el comportamiento de la demanda en el corto plazo, uno de los obstáculos en las negociaciones sería definir los volúmenes y la temporalidad que tendrían satisfechas a ambas partes.
PMI también conversa con propietarios de buques para reducir los montos por penalizaciones generados por la lenta descarga de combustibles ante a la falta de capacidad de almacenamiento.
“Los cargamentos que están en espera no serán devueltos. Se pagarán y descargarán, pero a un ritmo más lento”, dijo una de las fuentes, quien trabaja con importaciones de combustible en México. “PMI ha estado pagando cargos por demora hasta ahora”.
Pemex y PMI no respondieron a solicitudes de información por parte de Reuters.
México es uno de los mayores importadores de gasolina del mundo
El consumo de gasolina en México cayó un 70% hasta el 22 de abril debido a restricciones de movilidad relacionadas con el coronavirus, mientras que el consumo de diésel disminuyó 35%, según la asociación de venta minorista de combustible del país Onexpo.
PMI compra combustible a nombre de Pemex a través de diferentes tipos de contratos, pero la mayoría se realiza a proveedores estadounidenses mediante acuerdos de suministro a largo plazo para entrega en la costa estadounidense del Golfo de México, que a menudo incluyen opciones para declarar fuerza mayor.
Estos contratos crecieron su participación en el mercado durante esta administración, como parte de una estrategia para conseguir mejores precios de combustibles. De acuerdo con fuentes, el porcentaje de contratos de Pemex que están establecidos a largo plazo podría haber pasado de 40% a 80% de 2018 a la fecha.
Con información de Reuters y Eduardo Aguilar