El brote de coronavirus ha modificado el ritmo de la economía a nivel global y con ello los planes de las empresas en las que algunas luchan por no quebrar.

Con medidas de paro parcial, planes de ahorro, vacaciones adelantadas y otras más, las compañías tratan de hacer frente al COVID-19 que afectará de forma duradera sus actividades. 

Ante este escenario algunos gobiernos no descartan un eventual rescate de las firmas a punto de colapsar, donde el coronavirus llegó para acentuar sus débiles estados financieros.

Sector automotriz el más afectado 

Varias firmas de la industria automotriz han adoptado medidas para limitar o suspender su producción.

Hace unos días, Volkswagen declaró que esta semana cerraría “la mayoría” de sus fábricas en Europa por “dos o tres semanas” y ante este escenario el beneficio operativo para el primer trimestre será “al menos dividido por dos”, según el director financiero Frank Witter.

El grupo fabricante de automóviles francés PSA, que emplea a 51,000 empleados en Francia, cerró todos sus sitios de producción en Europa.

Mientras que Renault decidió suspender la producción en todas sus plantas en Francia y España hasta nuevo aviso.

La firma italo-estadounidense Fiat Chrysler (FCA) cierra “la mayoría de sus fábricas europeas” en Italia, Serbia y Polonia, lo que representa un tercio de la capacidad de producción, hasta el 27 de marzo.

Ferrari hizo lo mismo hasta el 27 de marzo en sus fábricas de Maranello y Módena (Emilia-Romaña, norte), al igual que el constructor naval Fincantieri en todas sus instalaciones italianas, hasta el 29 de marzo.

Michelin, productor francés de neumáticos, decidió interrumpir la producción de sus fábricas durante “al menos una semana” en España, Francia e Italia, lo cual afecta a más de 20,000 trabajadores en 21 emplazamientos.

En la industria de la moda también ya se tomaron algunas medidas.

Hermes cerrará hasta fines de marzo todos sus sitios en el país galo; una cuarentena de fábricas y curtidurías que emplean a 9,500 personas.

Gucci, del grupo Kering, cerró todas sus instalaciones de producción hasta el 20 de marzo. 

¿Gobiernos al rescate?

En este contexto, el impacto del coronavirus llegó a profundizar el estado financiero de algunas firmas, pero para evitar que quiebren algunos gobiernos han anunciado sus intenciones de salvarlas.

El gobierno italiano anunció su intención de nacionalizar la aerolínea Alitalia, que está en dificultades desde hace años. 

En Francia, el ministro de Economía, Bruno Le Maire, no descarta la nacionalización “si es necesario” de algunas grandes empresas en peligro.

Además, TUI pidió “préstamos garantizados por el Estado hasta que la actividad haya podido reanudarse normalmente”.

Lufthansa podría solicitar ayuda estatal en los países europeos donde opera. 

Desempleo parcial y vacaciones anticipadas

La aerolínea de bajo costo Ryanair, que anticipa una reducción de su oferta por un 80% para abril y mayo, va a congelar las contrataciones y proponer “salidas voluntarias”, de “suspensión temporal del contrato y reducciones significativas de las horas de trabajo”. 

Lufthansa también congeló contrataciones, lo que podría reducir hasta un 90% sus capacidades de vuelo de larga distancia.

Air France-KLM, que reducirá su oferta del 70 al 90% en los dos próximos meses, va a “consultar a las instancias representativas” del personal sobre medidas “que tomen en cuenta el impacto de la baja actividad”.