Nota del editor: esta noticia se publicó originalmente el 22 de octubre y se actualizó con la confirmación de Softbank

WeWork optó por el salvavidas de SoftBank.

El prestador de servicios de oficinas compartidas aceptó el plan de rescate de la compañía nipona, que ya controla un tercio de la empresa.

El equipo directivo de WeWork decidió entregar el control a SoftBank después de semanas de incertidumbre tras el intento fallido de salir a bolsa en septiembre.

SoftBank anunció este miércoles una inyección adicional de 5,000 millones de dólares en WeWork y una oferta pública de adquisición (OPA) sobre las participaciones que aún no posee, por un máximo de 3,000 millones.

El pago de SoftBank a WeWork de un vencimiento de bonos de 1,500 millones de dólares también se adelantará, informó la compañía japonesa en un comunicado.

Pese a que SoftBank poseerá el 80% de WeWork, “no controlará la mayoría de los derechos de voto en las reuniones del consejo de administración”.

Sin embargo no especifica cómo se repartirán estos derechos ni el motivo por el que renuncia a ellos.

“WeWork será un socio de SoftBank”, indicó en el comunicado.

El plan de SoftBank, propiedad del multimillonario japonés Masayoshi Son, implica la partida definitiva del exCEO, Adam Neumann, cuya controvertida gestión se convirtió en un obstáculo para encontrar posibles inversionistas.

SoftBank está firmemente convencido de que el mundo del trabajo está cambiando radicalmente. WeWork está a la vanguardia de esta revolución. No es raro que los principales pioneros tecnológicos del mundo se vean confrontados a problemas de crecimiento similares a los que acaba de enfrentarse WeWork,

dijo Masayoshi Son, fundador y presidente de SoftBank, citado en el comunicado.

Méritos de WeWork

El multimillonario Son ha elogiado públicamente los méritos de WeWork durante sus conferencias de prensa en Tokio, y su discurso no ha cambiado ahora.

De ahí que, explicó Son, “SoftBank haya decidido brindar una importante inyección de capital y un apoyo operativo a WeWork”.

Para ayudar a la empresa, una vez realizadas todas estas transacciones, SoftBank pondrá a la cabeza del consejo de administración de The We Company (razón social de la matriz de WeWork) a Marcelo Claure, un emprendedor boliviano que ya participó en la recuperación de la filial de servicios móviles Sprint en Estados Unidos.

El extravagante Neumann apenas conservará una pequeña participación en el capital, y un cargo de observador simbólico.

Sin el aporte de su accionista nipón, WeWork, relegado a la categoría de inversiones especulativas por las agencias de calificación financiera, se habría hallado carente de liquidez antes de fines de noviembre, según analistas.

Versiones de prensa había señalado previamente que la firma pospuso miles de despidos porque está demasiado ‘roto’ para pagar indemnizaciones.

El rescate de la empresa ilustra las dificultades de una empresa que ha visto las cosas a lo grande, arropada por inversores dispuestos a apostar por la nueva economía.

Pero, al igual que sucedió con Uber y Lyft, en los últimos meses han surgido interrogantes sobre la capacidad de WeWork de ser rentable y de hacer frente a la desaceleración económica mundial.

Gastar demasiado

WeWork, cuyas ultramodernas oficinas están a menudo ubicadas en pleno corazón de megalópolis como Londres o Nueva York, se ha visto obligado a renunciar en septiembre a una de las más esperadas salidas a bolsa.

WeWork descartó su salida a bolsa en septiembre cuando inversionistas cuestionaron sus pérdidas, la sostenibilidad de su modelo de negocio y la forma en la que era dirigida por Neumann.

Cotizar en Wall Street le habría permitido captar al menos 3,000 millones de dólares y obtener una línea de crédito de 6,000 millones de dólares de grandes bancos.

El grupo señalado por gastar mucho dinero para sustentar su rápida expansión, sufrió en 2018 una pérdida de 2,000 millones de dólares y de 900 millones en los seis primeros meses de 2019, de acuerdo con documentos internos.

Con el plan de SoftBank, “tendremos la posibilidad de seguir racionalizando nuestros activos y estabilizando nuestras actividades, sin sacrificar nuestra marca mundial”, comentaron Artie Minson y Sebastian Gunningham, los dos actuales codirectores de WeWork, también citados en el comunicado.

La firma gestiona más de 500 centros repartidos en una treintena de países, y emplea a 12,500 personas.

Previo al anuncio oficial, reportes de prensa indicaron que el acuerdo incluía un pago a Neumann, quien dejó de ser el CEO de la firma a finales de septiembre, por 1,700 millones de dólares para que renunciara a la presidencia, y que le otorgaría un préstamo de 500 millones de dólares para que pague unas deudas que tiene con JPMorgan.

Esas versiones expusieron que el acuerdo valoraría a WeWork en 8,000 millones de dólares, muy por debajo de su máximo de 47,000 millones de dólares fijado por SoftBank en enero pasado.

Además, Neumann percibiría 185 millones de dólares por concepto de consultor.

Con información de AFP