En 2017 se realizaron entre 1.7 y 2 millones de transacciones de compra y venta de unidades de vivienda. Al año siguiente, por la coyuntura electoral, el volumen bajó a aproximadamente 1.2 millones y en lo que va del 2019 se han registrado 15% menos transacciones, según estimaciones de Lamudi.
“En el caso del segmento Plus, se ha detenido por la incertidumbre, esos inversionistas han optado por invertir en otros países, llevar su dinero a algún instrumento de la bolsa o están esperando. En el caso de medio y bajo se ha dificultado principalmente por la falta de acceso al crédito”, dijo Jaume Mollet, director general de la plataforma de servicios inmobiliarios.
En la Ciudad de México esas situaciones se agravaron por la suspensión a los proyectos que estaban en marcha. Hasta marzo había alrededor de 500 inmuebles en revisión, lo cual también limitó la innovación tecnológica o conceptual de los desarrollos, dijo el directivo, pues ante la incertidumbre los desarrolladores han optado por no arriesgar.
Entre los anuncios está la instalación de la ventanilla única digital, con la cual los constructores reducirán de 94 a 32 los trámites necesarios para obtener permisos y que podría reducir el tiempo de gestión de dos años a 110 horas, según el objetivo de la Agencia Digital, además de la presentación de la estrategia de Regeneración Urbana
El anuncio fue una buena señal, se le ve menos beligerante de lo que era anteriormente y más enfocada a trabajar con los diferentes actores de la industria y la estrategia de recuperación permitirá que más gente tenga acceso a vivienda. Por ello vislumbramos una recuperación que podría alcanzar al cierre de año los niveles de transacciones del 2018
dijo Mollet.
En promedio, el segmento con más presencia en la oferta de la Ciudad de México es el medio, que representa 40% de las viviendas nuevas en el mercado.
Le siguen la vivienda de interés social, con 28%, y el residencial, con 22%, mientras los departamentos del segmento residencial plus alcanzan 5%, en promedio, de acuerdo con el reporte inmobiliario de la CDMX elaborado por Lamudi y presentado en el foro Tiburones Inmobiliarios.
El objetivo de la estrategia del gobierno de la CDMX es que de 30% de toda la vivienda nueva generada en esos corredores sea de interés social.
Entre los efectos de esa medida están, por un lado, la mejora de la marca ciudad y una revalorización de zonas que estaban abandonadas y, por el otro, una mayor competencia de la vivienda usada frente a la nueva, destacó Rodrigo Alberto Piña, presidente de la Federación de Colegio de Valuadores.
“Habrá una oferta muy interesante de vivienda usada en ubicaciones importantes y muy convenientes, que va a generar seguramente un mercado secundario. Ese mercado puede llegar a tener la misma o mayor demanda que el de la vivienda nueva”, dijo el presidente de Fecoval.