La debilidad económica del país comienza a causar estragos en instituciones de crédito popular, que han visto un aumento en los niveles de su cartera vencida.
Las cajas de ahorro popular otorgan créditos para el consumo, vivienda y comerciales, por ello, resienten las inclemencias del aumento en el desempleo y las altas tasas de interés, que presionan a las familias para cumplir con sus pagos.
La cartera vencida del total de las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (SOCAP), o cajas de ahorro, aumentó 1.73% en mayo respecto a abril. Frente mayo del año pasado, el aumento es de 15.65%, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
Los niveles de morosidad no son alarmantes en el sentido que es bajo, en comparación del volumen que manejan. Lo que podría resultar preocupante es que una parte del crédito que otorgan es para actividades productivas, y ello afectaría a pequeños productores
dijo Sebastián Medrano, director de la comparadora de servicios financieros Coru.com.
Caja Popular Mexicana, la más grande del sector por número de activos, registró una cartera vencida de 1,074 millones de pesos en mayo, un avance de 4.51% frente a los 1,028 millones de pesos de abril, pero de 19.66% frente a los 897.63 millones de pesos de mayo de 2018.
En tanto, Caja Popular Cristóbal Colón tuvo en mayo un crecimiento anual de 13.81% en la cartera vencida, y la de Caja Popular Providencia aumentó 34.73%.
El riesgo para los socios
Las cajas de ahorro popular se integran por personas que se agrupan para ahorrar y obtener préstamos con intereses más bajos que en los bancos. Dada su concepción, se ubican, en su mayoría, en regiones en donde la banca tradicional no tiene gran alcance.
Ante la estructura de la constitución de estas entidades, la morosidad puede afectar su operación, ya que disminuiría su colocación de crédito, además, tiene una afectación directa sobre los beneficios que reciben sus socios.
La alta morosidad se ve en todos los sectores de crédito al consumo, pero este sector es el más vulnerable y hay focos rojos, porque las personas que depositan su dinero van a recibir un menor rendimiento y eso puede significar un quebranto en su economía
dijo Elvira Méndez, investigadora de finanzas en la Escuela de Negocios de la Universidad La Salle.
De mantenerse al alza la tendencia en la cartera vencida, el impacto para estas entidades y sus socios dependerá de la fortaleza financiera de cada caja en su caso particular, coinciden los especialistas consultados.
“Seguramente reducirán su actividad. Emprenderán una estrategia de recuperación de cartera. Pero los resultados dependen de la habilidad de los administradores. Por lo general la ley les obliga a garantizar los depósitos de los socios y los créditos con algún instrumento, por lo que no se debería ver un panorama de desplome financiero”, dijo Sebastián Medrano.
Hasta diciembre de 2018, la CNVB tenía un registro de 157 SOCAPs autorizadas y en operación, con una cartera de crédito, de 95,001 millones de pesos, un incremento anual de 10.4%.
Las cajas de ahorro, en particular la de Libertad Servicios Financieros, conocida como Caja Libertad, una entidad financiera constituida como una Sociedad Financiera Popular (Sofipo) ha estado en el ojo del huracán en los últimos días.
El abogado Juan Collado, dueño de la Sofipo, está acusado de simular la venta de un terreno en Querétaro a Caja Libertad por 156 millones de pesos, el que fue adquirido con suplantaciones de identidad, fraudes y simulaciones en asambleas en la entidad financiera.