México no ha dejado de recibir embates de Donald Trump y para el subgobernador de Banco de México, Gerardo Esquivel, un reconocido académico de izquierda y quien se considera un economista no neoliberal, ni el Banco ni el país pueden estar a merced del presidente de Estados Unidos.
Esquivel dice que las amenazas, por sí mismas, no deben tener un efecto indirecto o inmediato sobre las decisiones de política monetaria, porque los riesgos para la economía siempre estarán ahí, ya sea Trump o de otra naturaleza.
No creo que el presidente Trump quiera realmente llevarnos a una circunstancia que incluso ponga en riesgo su posibilidad de reelección (…) hay que ser cautelosos, inteligentes, considerarlo, pero no caer en volvernos timoratos ante una posibilidad de otra amenaza o la aplicación de estas cosas. No puede atarnos de manos ni a Banco de México ni al país. No podemos estar sujetos a esas veleidades
dijo Esquivel a El CEO.
Trump amenazó con imponer aranceles de hasta 25% a las exportaciones mexicanas si México no frena el paso de migrantes centroamericanos que intentan llegar a Estados Unidos en busca de asilo ante la violencia y pobreza que azota sus países.
La dependencia de México es clara. México concentra 80% de sus exportaciones con Estados Unidos –con el que comparte 3,145 kilómetros de frontera– y este comercio representa 35% de la economía.
“Las decisiones de política monetaria deben tomarse en función del contexto, por su puesto, del cumplimiento del mandato y también de una valoración de la posibilidad de ocurrencia de los riesgos. Es decir, sí, riesgos siempre habrá, pero no deben conducir a una inacción, sería erróneo pensarlo así”, dice el doctor en economía por la Universidad de Harvard y un estudioso del salario mínimo y la desigualdad.
¿Pecando de ortodoxo?
La última decisión de Banxico de mantener la tasa en 8.25%, un máximo desde 2009, ha sido criticada por algunos especialistas, que consideran que las presiones inflacionarias han comenzado a ceder y que la tasa ya impacta a la de por sí débil economía.
Para Esquivel, la decisión de la Junta de Gobierno fue la adecuada, pero no comparte la valoración de por qué se tomó esa decisión. A su parecer, el tono del comunicado de política monetaria fue innecesariamente restrictivo porque genera la apariencia de un escenario más preocupante de la tendencia de la inflación, que en mayo se desaceleró a 4.28% anual.
Creo que erróneamente las expectativas de los agentes económicos siguen demasiado altas, esperaría que empezaran a ajustarse a la baja y eso podría empezar a abrir un espacio que hoy en día, al menos a la fecha de la ultima decisión, no existía
Para la reunión del 27 de junio, la Junta evaluará la información más reciente para ver si las condiciones para recortar la tasa de interés en los próximos meses han comenzado a formarse.
De crítico a subgobernador
Gerardo Esquivel ha pasado de las aulas de la UNAM, el Colegio de México y del equipo económico del presidente Andrés Manuel López Obrador, a ser uno de los cinco integrantes más importantes de Banxico, luego de que en años pasados criticara la política monetaria del instituto central o su visión sobre el salario mínimo.
Esquivel, quien no teme asumir su postura ideológica y económica, fue propuesto por el presidente López Obrador para integrarse a Banxico a inicios de 2019.
Ahora, desde su oficina, con una vista privilegiada del Palacio de Bellas Artes, reconoce que ya como una pieza clave de Banxico cuenta con mayor información sobre el trabajo del banco central, pero busca evitar caer en una ceguera de taller en la que todos vean lo mismo y nadie se dé cuenta de lo sustancial.
¿Se considera un economista posneoliberal?
Me considero un economista no neoliberal y eso consiste en no creer en dogmas que se generaron y repitieron durante tanto tiempo. Parte de esos dogmas, por ejemplo, tiene que ver con el tema de Banco de México, específicamente el que existía en términos de la relación entre salario mínimo e inflación. No es que no crea que un aumento del salario no puede impactar a la inflación, pero pienso que no siempre lo impacta (…) Soy un economista que busca confrontar el juicio a priori con las cifras económicas antes de poder decir si esto tiene un efecto.
¿Cómo lo recibieron en Banxico, lo consideraban un insider de AMLO?
En el Banco, tanto mis compañeros de la Junta como los miembros del staff, la recepción en estos seis meses ha sido bastante buena, de mucha colaboración y de mucha buena disposición. Es un staff muy profesional y anteponen el interés de la institución antes que cualquier otra cosa.
¿Extraña la 4T (Cuarta Transformación)?
No, en el sentido de que aquí es una responsabilidad muy importante y es una forma de contribuir al desarrollo del país. A final de cuentas todo eso no tiene sentido si no se tiene un objetivo fundamental que, en mi caso, esa ha sido mi labor desde académico, es buscar el bien común (…) No hay tiempo para extrañar.
¿No hay un conflicto de interés en que su esposa sea la secretaria de Economía?
Me lo preguntaron cuando fuimos a comparecer a la Comisión Permanente, y yo les decía que no. Pero en todo caso mantenemos separados nuestros ámbitos de trabajo. Evidentemente hay información reservada que no tendría por qué saberlo nadie más fuera de los ámbitos laborales.
¿Le debe algo al presidente Andrés Manuel López Obrador?
No, en todo caso le agradezco que me haya distinguido con proponerme para este trabajo. Creo que es un agradecimiento más que una deuda, me parece que fue un reconocimiento a mi trayectoria, a mi capacidad y eso se lo agradezco. No lo siento en absoluto como una deuda.
Esquivel sabe que, desde Banxico es difícil pensar en influir de manera directa en reducir la desigualdad que impera en el país, pero tiene claro que lo hace de manera indirecta al preservar los niveles de inflación, ya que cuando esta se sale de control, a quien más afecta es a la gente de menores recursos, por lo que deben evitar que el poder de compra de gran parte de la población se desvanezca.
Nota del editor: esta entrevista fue realizada el martes 18 de junio.