Esta es una historia de demanda y oferta: una startup necesitaba personas que entrenaran a los algoritmos que emplea su inteligencia artificial y Finlandia tenía reclusos que deben trabajar mientras cumplen sus condenas.
Ahora, los internos de dos prisiones trabajan para Vainu, que desarrolla una base de datos global para ayudar a las empresas a encontrar empleados.
Para este proyecto se habilitaron 10 computadoras dentro de las prisiones de Helsinki y Turku, en las que los presos leen artículos de internet, los etiquetan de acuerdo al tema y responden cuestionamientos sobre los mismos como “¿este artículo habla sobre la adquisición de un negocio?”.
Las preguntas se hacen varias veces a diferentes personas y con los resultados se produce material para entrenar a la inteligencia artificial, explicó la Agencia de Sanciones Penales de Finlandia.
Los reclusos perciben un ingreso por sus actividades y, según Vainu, el costo es similar a si el trabajo lo pagaran a través de un servicio de crowdsourcing, aunque el pago se hace directamente a la Agencia de Sanciones Penales y este organismo luego decide cuánto entrega a los trabajadores.
Algunos activistas cuestionan el empleo de prisioneros, pues están obligados a trabajar por salarios muy bajos, aunque otros destacan que el entrenamiento de inteligencia artificial es un sector en crecimiento, por lo que los internos están adquiriendo habilidades que les pueden ayudar en su futuro.
“La inteligencia artificial ofrece nuevas oportunidades, incluso en las prisiones. El aprendizaje automático también se puede utilizar en el empleo de reclusos. La utilización de tecnologías basadas en la inteligencia artificial cambia la idea actual sobre la vida laboral y las habilidades necesarias”, dijo el consejero especial Olli-Pekka Palonen, quien supervisa a los trabajadores en Turku.
Actualmente hay casi 100 prisioneros trabajando en el proyecto con Vainu.
Compañías apuestan al desarrollo de IA
En 2016, Amazon, Facebook, Google, IBM y Microsoft crearon una organización para mejorar la “comprensión pública” de la inteligencia artificial y mejorar las prácticas sobre los retos y oportunidades que ofrece este sector, a través de publicación de investigaciones.
La inteligencia artificial de Amazon consiste en ofrecer sugerencias de manera inmediata, según el historial de búsqueda y el comportamiento histórico de millones de búsquedas.
En 2017, Facebook tuvo problemas con el desarrollo de su inteligencia artificial, pues los bots lograron crear su propio lenguaje lo que obligó a la red social a desconectarla.
Google creó el martes un consejo asesor para evaluar los asuntos técnicos relacionados a la inteligencia artificial, además de incluir prácticas de ética sobre estos asuntos y la creación de políticas públicas.