Este lunes, Rocío Nahle, secretaria de Energía, reveló el nombre de las empresas que el gobierno federal invitó para participar en la licitación para la construcción de la séptima refinería del país en Dos Bocas, Tabasco.
Se trata de las firmas Bechtel (de Estados Unidos) que iría en consorcio con Techint (Italia-Argentina), WorleyParsons (Australia) que participará en consorcio con Jacobs (Estados Unidos) así como la empresa Technip (Francia) y la empresa KBR (EU).
“Pemex seleccionó a las mejores empresas del mundo en construcción de refinerías, aquellas que demostraron tener una amplia experiencia en la ejecución de este tipo de obra, capacidad técnica, capacidad de económica, calidad, con antecedentes y prácticas de operación transparentes y con códigos de ética y responsabilidad comprobados”, dijo la funcionaria durante el anuncio en un evento en Tula, Hidalgo.
Sin embargo, algunas de ellas han estado envueltas en problemas de corrupción en otros países. Es el caso de Techint, que iría en consorcio con Bechtel.
Techint es un grupo siderúrgico y petrolero. En México, la empresa tiene operaciones en con sus filiales Ternium, Tenaris Tamsa y Tecpetrol y ha participado en la construcción del ducto Los Ramones II Norte, ha participado en la construcción de líneas de transmisión para CFE, así como la construcción del gasoducto Naranjos- Temazuchale para TransCanada.
En agosto de 2018, autoridades judiciales argentinas comenzaron una investigación contra Techint por presuntos pagos para la construcción de una planta nuclear en Brasil, según reportaron medios locales. Además, Paolo Rocca, principal accionista del Grupo, también fue investigado por el presunto pago de sobornos a exfuncionarios argentinos para proyectos de obra pública.
Pero los procesos de investigación de corrupción de Techint en otros países podrían ser irrelevantes para el proceso de licitación local. Incluso es probable que, al ir en alianza Bechtel, la empresa resulte ganadora.
“Bechtel es el rival más fuerte (en este concurso). Por experiencia, por tamaño, por capacidad financiera por relación de proyecto ejecutados de esta naturaleza”, dijo Erick Sánchez Salas, especialista del sector energético.
De acuerdo con los expertos consultados, es poco probable que si las empresas ya están preseleccionadas, este punto no se haya considerado o, si no se hizo, que se considere más adelante.
Pese a ello, al momento de ejecutar las obras, la reputación sí es importante, dijo una fuente que pidió no ser citada y que trabaja para una empresa proveedora de materiales para la industria petrolera. “Para poder venderles materiales a empresas que están boletinadas, las áreas de Compliance (cumplimiento normativo) a veces ponen más trabas porque la reputación de tu empresa va de por medio”, dijo.
Otras empresas también tienen antecedentes. En 2016, WorleyParsons fue acusada de subcontratar empresas y personas investigadas por pagar sobornos en un escándalo en conocido como Petrocuador. Jacobs también es observada en Australia por comprar a SKM, una empresa acusada de corrupción en Vietnam y Filipinas.
Bechtel fue ligada en 2017 a una empresa acusada de corrupción en Emiratos Árabes. La primera habría contratado los servicios de la compañía llamada Al Badie Group, que admitió haber pagado sobornos para construir una planta petroquímica en la región. Por último, Nechnip aceptó pagar una multa de 240 millones de dólares en 2010 por participar en un esquema de sobornos en Nigeria.
Se quedan fuera las mexicanas
Las empresas que fueron convocadas por el gobierno para convertirse en los Project Managers de la refinería son de capital extranjero.
“De las cuatro empresas invitadas, sin duda el rival a vencer es Bechtel”, resaltó Erick Sánchez.
ICA-Fluor, sonaba como una de las candidatas locales a participar; sin embargo, los analistas dicen que las empresas mexicanas carecen de experiencia para poder ejecutar un proyecto de esa magnitud.
“En México no tenemos la experiencia en este tipo de proyectos. La mayor parte de la tecnología de refinación se ha concentrado en Estados Unidos”, dijo Ramses Pech, analista del sector. “En México nadie tiene experiencia construyendo refinerías, la última que se construyó fue en 1979 y fue por Estados Unidos”, agregó.
Pero no todo está perdido. Es probable que alguno de los consorcios añada eventualmente a un socio local, lo que podría sumarle puntos frente al gobierno federal al momento de la toma de decisión.
“Dado su perfil que es más de ingeniería, el consorcio WorleyParsons – Jacobs podría integrar en ejecución a un EPC (Engineering, Procurement, Construction) mexicano, lo que podría sumarle puntos”, dijo Sánchez.
Lo que hay que saber de las concursantes
Bechtel
Bechtel es una empresa con capacidad de hacer ingeniería, compra de equipos, instalaciones y construcción, por lo que es el rival más completo y con mayor experiencia.
Bechtel es la empresa que construyó el complejo industrial más grande del mundo en Jamnagar, India. Esa refinería fue la inspiración del gobierno actual para los planes del gobierno con respecto a la refinería de Dos Bocas.
Además, ha estado involucrada la construcción de obras en todo como el Eurotúnel, el Metro de San Francisco y el Aeropuerto Internacional de Hong Kong.
Pemex firmó un acuerdo con Bechtel en 2012 para ejecutar el diseño de proceso, licencias y asistencia de la planta coquizadora de la nueva refinería de Tula, cuya construcción se canceló en 2014.
En septiembre pasado, durante el periodo de transición, directivos de la empresa sostuvieron un acuerdo con el entonces presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, para conocer el proyecto de la nueva refinería en Tabasco.
WorleyParsons + Jacobs
WorleyParson, firma pública australiana, se dedica a proyectos de asociados en los sectores de hidrocarburos, energético, infraestructura, metales, minerales y químicos.
En 2009, WorlyParson se encargó de la supervisión de la ingeniería de cinco plantas recuperadoras de azufre, ubicadas en cinco refinerías de Pemex, sin que se diera a conocer el monto por estos trabajos, según la licitación 18572039-006-09.
Por su parte, Jacobs se dedica a brindar servicios técnicos en los sectores de la construcción, consultoría especializada en diversos sectores como el energético.
Pemex celebró un contrato con Jacobs para la recuperadora de azufre en la refinería de Tula, Hidalgo en 2012, según reportó el periódico Reforma.
Technip
Es una empresa francesa dedicada a la ingeniería y construcción en los sectores del gas, petróleo y productos petroquímicos.
Technip, junto a Odebrecht e ICA Fluor se hicieron cargo de las etapas de ingeniería, aprovisionamiento y construcción del complejo Etileno XXI, un proyecto que había sido ganado por el consorcio Braskem Idesa.
Braskem es filial de la brasileña Odebrecht, que se encuentra en investigación por corrupción en diversos países.
KBR
La firma estadounidense de ingeniería, procura y construcción participa en la industria de hidrocarburos demandó a Pemex en 2004 por rescindir un contrato con una de sus filiales, Commisa, por haber incumplido términos de la construcción de plataformas petrolera en el Golfo de México en 1997.
En 2016, una corte en Estados Unidos ratificó la decisión en favor de KBR para que la empresa productora del Estado pagara 406 millones de dólares a la estadounidense, segùn reportó Proceso.