Los dos mayores inversionistas del mulitmillonario fondo de Softbank, Vision Fund, no están contentos con las cantidades que los administradores del instrumento pagaron por compañías tecnológicas, de acuerdo con el diario estadounidense, Wall Street Journal.
El fondo, respaldado por el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudita y Abu Dhabi Mubadala, invirtió en algunas de las empresas más valiosas del mundo -entre ellas Uber y WeWork-. Los dos últimos grupos de inversionistas fueron los que mostraron una postura más fuerte de rechazo.
Algunos inversionistas se han quejado con el fondo saudí de que el CEO de Softbank, Masayoshi Son, tiene el poder para anular la injerencia de los dueños del capital en la toma de decisiones, cuyo proceso ha sido calificado como “caótico”, lo que ocasiona que muchos cambios profundos se dictaminen de último momento, de acuerdo con fuentes del medio estadounidense.
Softbank ha gastado casi la mitad de los 100,000 millones de dólares con los que se fundó Vision en 2017, según las estimaciones del Wall Street Journal.
Las decisiones de inversión en Vision han creado tensión entre administradores y dueños del capital desde la inyección que se hizo a WeWork hasta la inversión a la firma de reconocimiento facial china, Sense Time.
SoftBank destinó varios cientos de millones de dólares en SenseTime el otoño pasado, lo que elevó la valoración de la compañía a casi 7,700 millones de dólares, después Vision Fund consideró realizar una inversión conjunta de 1,000 millones de dólares con Mubadala en SenseTime, como parte de una posible ronda de recaudación de fondos que podría valorar a la compañía en $ 10,000 millones, según personas familiarizadas con el tema.
En medio de la creciente tensión en la relación, Mubadala confirmó el lunes un compromiso anterior de SoftBank para invertir en un vehículo independiente creado por el fondo Abu Dhabi.
Las transferencias de SoftBank incluyen una participación en Didi, que compró por 5,900 millones de dólares y acordó vender al Vision Fund por 6,800 millones; y una participación en el sitio indio de reservaciones de hoteles OYO Hotels, que transferió al Vision Fund el año pasado por el doble de lo que pagó en 2015.
El problema no es necesariamente la prima sobre el costo de SoftBank para las inversiones; es que la compañía está comprando y transfiriendo participaciones mientras que el mercado es alto, lo que podría implicar pérdidas para el fondo.
En una presentación para inversionistas a principios de este mes, SoftBank dijo que las inversiones de Vision Fund se evaluaron de forma independiente a fines de 2018, y que tiene un proceso de valoración de varios pasos que incluye revisiones por consultores independientes contratados por los principales inversionistas del fondo, así como una auditoría.