La Reserva Federal está investigando el papel del Deutsche Bank en el manejo de miles de millones de pagos sospechosos del Danske Bank, de Dinamarca, en un esquema de lavado de dinero que podría ser uno de los mayores escándalos financieros de la historia.
La investigación del banco central estadounidense está en una etapa temprana y se centra en si Deutsche Bank en Nueva York supervisó adecuadamente la transferencia de fondos que realizó en representación de Danske desde su sucursal en Estonia, detalló Bloomberg este miércoles, citando a personas familiarizadas con el asunto.
El director ejecutivo de Deutsche Bank, Christian Sewing, afirmó la semana pasada que el banco estaba investigando internamente el caso Danske y que no tenía indicios de mala conducta del banco.
Deutsche Bank ha estado cooperando con la Fed, detalló Bloomberg.
Danske está bajo investigación por pagos sospechosos por un total de 227,000 millones de dólares desde 2007 hasta 2015. La mayoría de los recursos provenían de Estonia, Rusia, Latvia y Chipre, usando empresas fachada para esconder la identidad de quienes realizaban las transacciones.
Un director ejecutivo de Deutsche Bank ha dicho que su institución solo desempeñó un papel secundario como “banco corresponsal” de Danske Bank, limitando lo que necesitaba saber sobre las personas detrás de las transacciones.
En 2017, la Fed estuvo entre los reguladores que multaron a Deutsche Bank con casi 700 millones de dólares por controles débiles que permitieron el lavado de dinero desde Rusia.
En noviembre pasado, el banco más grande de Alemania fue objeto de otra acusación de lavado de dinero. La policía registró las oficinas de todos los miembros de la junta del Deutsche Bank como parte de una redada de dos días y una investigación de las denuncias de lavado de dinero relacionadas con los ‘Panama Papers’.
Deutsche Bank también aseguró que no tenía indicios de mala conducta en este caso.
En septiembre, el regulador alemán BaFin ordenó a Deutsche Bank hacer más para prevenir el lavado de dinero y el ‘financiamiento del terrorismo’ y designó a la firma de contabilidad KPMG como un tercero para evaluar el progreso.