Las justificaciones de ser oposición y que se vivían tiempos de transición ya quedaron atrás.
Ahora viene una nueva etapa para Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, cargo que buscó por más de 12 años y que hasta el tercer intento lo logró.
El tabasqueño –que fue investido el 1 de diciembre al medio día– cumple este lunes cerca de 48 horas en el poder, por lo que el papel del opositor y las propuestas solo en el discurso deberán evolucionar a los hechos, a las acciones como gobierno, principalmente por las altas expectivas que se han trazado.
López Obrador fue una pieza importante de la oposición ante los últimos gobiernos panistas y priistas.
El papel de crítico lo supo cumplir al grado de que siguió vigente pese a las dos derrotas electorales que sufrió en 2006 y 2012. Hoy juega en el lado contrario.
A partir del pasado 1 de diciembre se comenzará a ver la evolución del presidente de México, quien vivió una de los periodos de transición más atípicos y desgastantes de la historia moderna del país.
Aquí te presentamos los dos discursos de López Obrador, el primero desde la Cámara de Diputados y el segundo en el Zócalo de la Ciudad de México.
De la victimización a la polarización
Para el analista político, Fernando Dworak, probablemente vendrán dos etapas del López Obrador como político y gobernante, primero la victimización y luego la polarización.
Retóricamente, si las cosas comienzan a empeorar, va a comenzar la etapa que conocemos muy bien de López Obrador: la victimización
Fernando Dworak, analista político
Dworak agrega que es muy posible que reviva el discurso de culpar a los “grupos de poder” o la “mafia del poder”, lo que desencadenará en otro escenario ya conocido por el tabasqueño, la polarización.
Su gobierno va a tratar de decir que está atendiendo. Que nos esperemos a los 100 días, cuando en realidad en los hechos han estado gobernando desde cuando menos hace tres meses, fecha en que inició la actual legislatura en el Congreso
En la opinión de Dworak, vienen días difíciles para la presidencia de López Obrador, ya que los cambios políticos, sociales y económicos que quiere implementar provocarán muchos choques en distintos sectores.
Se acabó pronto la “luna de miel”
En ese mismo sentido, el politólogo Maximiliano García destaca otro obstáculo que deberá enfrentar López Obrador ahora como presidente: el desgaste en el periodo de transición.
Vivimos un periodo de transición atípico a lo que ha ocurrido en México. Suelen ser cambios estables donde el presidente electo trata de mantener un perfil bajo para que el presidente en funciones pueda concluir sus actividades
Pero resalta que lo que ocurrió ahora con el tabasqueño es que ese periodo de inicio que popularmente se conoce como “luna de miel” -que son los primeros días de gobierno y donde se da el beneficio de la duda- terminó para él en la transición y se desgastó.
El catedrático de la UNAM agrega que a López Obrador se le pedirán resultados inmediatos y lo que marcará su gobierno será la forma en que tome las decisiones, sobre todo por el gran peso que le dio a las consultas organizadas por su partido cuando aún no eran gobierno.
“En la teoría política pública, las buenas acciones de gobierno no son las que cumplen sus objetivos, son las que generan consenso”, indica.
Es decir, son en las que se puede acordar aunque quizá no sean las ideales para un problema pero que en ese momento es lo que se necesitaba porque generó un acuerdo
indica García.