El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desembarca este jueves en Argentina como el gran protagonista de la cumbre de líderes del G20, marcada por el impacto en la economía mundial de su guerra arancelaria con China.
La reunión que domina la atención en el evento es entre Trump y su par chino, Xi Xinping, que se celebrará el sábado.
Los expertos no esperan que el encuentro Trump-Xi acabe con las tensiones entre las dos mayores economías del planeta. Pero estiman que será una buena señal de cara al futuro.
“Tenemos dos presidentes que tienen una reunión bilateral y esperamos que establezcan los términos de negociaciones futuras”, expresó la titular del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, quien abogó además por “un multilateralismo diferente (…) más enfocado en las personas”.
El tiempo corre para que Estados Unidos incremente nuevamente de 10 a 25% sus aranceles sobre 200,000 millones de dólares de importaciones desde China el 1 de enero y profundice así la “guerra comercial”, situación muy posible, dadas las últimas declaraciones de Trump.
El mandatario publicó este jueves en Twitter que “todavía queda mucho” en la pugna arancelaria con China.
Billions of Dollars are pouring into the coffers of the U.S.A. because of the Tariffs being charged to China, and there is a long way to go. If companies don’t want to pay Tariffs, build in the U.S.A. Otherwise, lets just make our Country richer than ever before!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 29 de noviembre de 2018
Para agregar más tensión, el Representante Comercial estadounidense, Robert Lighthizer, dijo ayer que está examinando todas las herramientas disponibles para aumentar los aranceles sobre los vehículos chinos, en línea con la tarifa de 40% que el país asiático cobra ahora a los vehículos producidos en Estados Unidos.
“Cada parte puede pensar que su posición negociadora es más fuerte de lo que es. Los funcionarios estadounidenses creen que la economía de China se ha desacelerado; por lo tanto, China no querrá empeorar las cosas con más aranceles y otro golpe a sus exportaciones”, subrayan los economistas David Dollar y Eswar Prasad del Brookings Institution, citados por The Washington Post, pero la baja en el crecimiento no es tan profunda como EU quiere creer.
“Con los dos países sintiendo los efectos adversos de los aranceles, hay razones para tener esperanzas” al menos de un “cese el fuego”, estimó la exnegociadora comercial estadounidense y vicepresidenta del centro de estudios Asia Society Policy Institute de Washington, Wendy Cutler.
Con información de Reuters