El fiscal general de Estados Unidos, Jeff Sessions, presentó su renuncia este miércoles, a petición del presidente Donald Trump.

“Lo más importante de mi periodo como fiscal general es que hemos restaurado y mantenido la ley”, dijo Sessions en su carta de renuncia.

La salida de Sessions era ampliamente esperada en el corto plazo tras las elecciones legislativas del martes, donde los republicanos retuvieron su mayoría en el Senado, pero perdieron el control de la Cámara de Representantes.

Nunca en la historia moderna un presidente atacó en público a un miembro del gabinete tan frecuente y severamente como lo hizo Trump a Sessions, de 71 años, quien fue uno de los primeros miembros del Congreso en apoyar su campaña presidencial en 2015.

Sessions será sustituido temporalmente por Matthew G. Whitaker, quien era su jefe de personal.

“El reemplazo permanente será nominado en una fecha futura”, tuiteó Trump.

La salida de Sessions se produce mientras el fiscal especial Robert Mueller, que opera bajo el auspicio del Departamento de Justicia, realiza una amplia investigación que ya ha llevado a una serie de cargos criminales contra varias personas que trabajaron con Trump.

En un artículo de opinión escrito para CNN en agosto de 2017, mientras era comentarista de la red, Whitaker, un exfiscal, dijo que Mueller estaría cruzando una línea delicada si investigaba las finanzas de la familia Trump.

El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, dijo el miércoles que Whitaker debe recusarse de la supervisión de la investigación de Rusia.

“Dados sus comentarios anteriores que abogan por la eliminación de fondos y la imposición de límites a la investigación de Mueller, Whitaker debe dejar la supervisión durante el tiempo que esté como fiscal general en funciones”, dijo Schumer en un comunicado.

En marzo de 2017, Trump se molestó con Sessions a las pocas semanas de asumir la presidencia porque se recusó de supervisar la investigación de una posible colusión entre la campaña presidencial de Trump y Moscú, tras reportes de que se reunió con el embajador de Rusia en Washington.

Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, dijo que el despido de Sessions es un “intento flagrante” de minar y acabar con la investigación de Mueller.

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