Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación (Segob) celebró, en la conferencia de prensa matutina de este miércoles, que la coalición integrada por Morena y los partidos del Trabajo (PT) y Verde Ecologista de México (PVEM) estarían a “muy poco” de obtener la “mayoría calificada” en el Congreso de la Unión, con lo que se concretaría el denominado “Plan C”.
Una mayoría calificada, lo que implica es la posibilidad de llevar a cabo reformas constitucionales
explicó la funcionaria federal.
Pero constitucionalistas y expertos en derecho electoral no comparten el entusiasmo exhibido por la funcionaria federal ni tampoco sus consecuencias políticas (que el denominado Plan C ya es irreversible).
Antes que hablar de fraude—que no es lo mismo que las documentadas irregularidades—, la oposición debería dar la batalla contra la sobrerrepresentación. Como coalición, Morena y aliados tienen una sobrerrepresentación del 18%
señala Javier Martín Reyes, académico del Instituto de Investigaciones de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“El verdadero fraude que el oficialismo quiere hacer es a la Constitución en cuanto a la sobrerrepresentación legislativa”, señala Francisco Burgoa, profesor de derecho constitucional en la UNAM, pues la Constitución establece “un límite de sobrerrepresentación de 8 puntos entre porcentaje de votos y de diputaciones”.
Aunque el gobierno aún acaricia el sueño de la “mayoría calificada” para el próximo periodo legislativo, con la que buscaría reformar al Instituto Nacional Electoral (INE), el Poder Judicial de la Federación (PJF) y eliminar diversos organismos autónomos, la realidad es que aún no existe certeza de que eso vaya a suceder.
En los próximos días, el INE no solo presentará los resultados oficiales del proceso electoral 2024. También deberá fijar postura ante la posible “sobrerrepresentación” que Morena y sus aliados buscan conformar en el Congreso.
¿Qué es la “sobrerrepresentación”?
Según el Sistema de Información Legislativa (SIL), la “sobrerrepresentación” es la “desproporción o distorsión” que se pueda representar en los asientos asignados en el Congreso de la Unión, según “el número de espacios existentes y el número de habitantes representados en cierto tipo de extensión territorial, con efectos negativos en el criterio de igualdad individual de los votos”.
Por sobrerrepresentación se entiende que un partido político obtiene, en función de determinados mecanismos electorales, un porcentaje de curules superior al porcentaje de votos obtenidos o permitidos por la ley
añade el SIL.
La Constitución mexicana establece en el artículo 54 (fracción IV y V), los límites legales para que los partidos políticos y coaliciones sean “sobrerreprentados”, particularmente en la repartición de legisladores plurinominales, sino se reflejen en los curules o escaños que realmente recibieron en las urnas.
Señala el texto de la Carta Magna:
- “Ningún partido político podrá contar con más de 300 diputados por ambos principios (representativa o proporcional)”.
- “En ningún caso, un partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que representen un porcentaje del total de la Cámara que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación nacional emitida. Esta base no se aplicará al partido político que, por sus triunfos en distritos uninominales, obtenga un porcentaje de curules del total de la Cámara, superior a la suma del porcentaje de su votación nacional emitida más el ocho por ciento”.
Entre los 2021 y 2023, el Instituto Nacional Electoral (INE) emitió un nuevo “mecanismo” para la repartición de curules y escaños por el principio de representación proporcional, a fin de evitar que partidos o coaliciones obtengan “sobrerrepresentación” y se generen “distorsiones” en el sistema electoral.
Dicho “mecanismo”, según el INE, consiste en el análisis de la “afiliación efectiva” de los candidatos ganadores por el principio de mayoría relativa, para verificar si son “militantes del partido por el que fueron postulados”, y no se asignen mayor número de representantes a partir de la coalición ganadora.
“En caso de que la o el candidato esté afiliado a alguno de los partidos de la coalición, su triunfo se contabilizará a favor del partido respecto del cual tenga una ‘afiliación efectiva’, únicamente para efectos de la asignación de representación proporcional”, señaló el INE.
¿Qué es el “Plan C”?
Desde marzo de 2023, el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) perfiló una contundente e inobjetable conquista del Congreso como la próxima etapa para su proyecto político.
Tras sufrir una derrota del llamado “Plan B” —la reforma política electoral, 2022-2023— el mandatario llamó a sus seguidores no solo a votar por su sucesor, sino conformar una mayoría en aplastante en la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
“Pues que no se vote por el bloque conservador para que siga la transformación, ni un voto a los conservadores, sí a la transformación”, dijo el mandatario el 27 de marzo de 2023. “Ese es el plan C, ese ya lo aplicamos en el 18, fue el pueblo el que dijo: ‘basta’, y se inició la transformación, acabar con la corrupción, que es el principal problema del país”, añadió.
El presidente López Obrador envió meses antes una ambiciosa reforma política-electoral que pretendía transformar el INE, aprobada de manera aplastante por diputados y senadores aliados; no obstante, ministros de la Suprema Corte de Justicia (SCJN) perfilaron echar abajo el paquete.
La SCJN avaló el proyecto del ministro Alberto Pérez Dayán y concluyó que se violó el “proceso legislativo”, por lo que se invalidó su promulgación oficial. En mayo de ese año, López Obrador calificó al Poder Judicial como un “poder faccioso al servicio de la corrupción”.
“Si no se fortalece el Congreso, si no se tienen las dos terceras partes, pues el presidente queda atado”, dijo en la conferencia de prensa matutina fechada el 9 de mayo.
Luisa María Alcalde, ¿cifras alegres?
Este miércoles Luisa María Alcalde presentó una proyección no oficial, donde la coalición gobernante conformada por el Morena, el PT y el PVEM obtendría 372 curules en la Cámara de Diputados (74%) y 83 escaños en el Senado de la República (64.84%).
Una cifra alegre para la “Cuarta Transformación”, y especialmente para sus simpatizantes, pero que legalmente aún no tiene fondo. Además para tener certeza del porcentaje, primero deben aún oficializarse los resultados y las presuntas impugnaciones que se presenten en los siguientes días.
Este miércoles el INE comenzó los conteos distritales, donde, según las autoridades electorales, se prevé la apertura del 70.37 % de paquetes electorales para diputaciones y 70.73 % para senadurías.
El INE se comprometió a concluir el conteo el próximo sábado y acotó que después de emitir los resultados oficiales, los partidos o actores políticos tendrán cuatro días para presentar observaciones a la legalidad del proceso.
Una posible certeza: para la Cámara de Diputados, el PREP demostró que la coalición Juntos Haremos Historia habría conquistado 256 distritos electorales (85.33%) de los 300 existentes en el país.
Pero con una revisión más profunda a las cifras, los datos impiden verificar que esas 256 victorias a nivel distrital se traduzcan, automáticamente, en 372 curules que el oficialismo pretende; 115 de los obtendría por la vía de representación proporcional (plurinominales).
¿Otros números?
El PREP –según la votación nacional a nivel porcentual– arroja que dicha coalición en realidad no obtuvo más del 54.19% de la votación nacional; repartiéndose en 40.44% de votos para Morena, 8.31% para el PVEM y 5.5% para el PT.
La coalición Fuerza y Corazón por México obtuvo al menos 30.88% de la votación nacional, repartiéndose en 17.13% del Partido Acción Nacional (PAN), 11.25% a del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y 2.50% del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
El INE aún deberá de interpretar las “distorsiones” de la “sobrerrepresentación” que habría en la próxima legislatura. Por ejemplo, el PVEM espera recibir en la próxima legislatura 75 curules, pero no obtuvo ninguna victoria a nivel distrital, mientras que a nivel nacional obtuvo solo 8.31% de la votación.
La alianza con el partido gobernante, Morena, habría favorecido el desempeño del PVEM, pero no existe certeza de que merezca una representación del 15% que pretende obtener en la Cámara de Diputados.
Lo mismo sucede con el PT, que según el PREP tampoco obtuvo victoria alguna a nivel distrital y solo obtuvo 5.5% de las preferencias electorales a nivel nacional; no obstante espera conformar una bancada compuesta por 45 legisladores que representan el 9% total en la Cámara de Diputados.
Se espera que en las próximas semanas, esto se convierta en un asunto del INE o del Tribunal Electoral (TEPFJ).
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