Con el triunfo ‘sonriéndole’ a Claudia Sheinbaum, la asesora económica de la candidata de Morena, Altagracia Gómez Sierra, ha descartado su interés en formar parte del gabinete y afirmó que su prioridad son sus empresas.
“La realidad es que estoy muy contenta en mis empresas y yo siempre digo que entre presidentas nos entendemos muy bien, no es un tema”, señaló en entrevista con EL CEO desde el Hotel Hilton Reforma.
Gómez Sierra explicó que su objetivo al participar en la campaña de la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México fue desarrollar un plan económico regional y servir como puente con el sector empresarial, especialmente con los emprendedores y jóvenes.
“Es una decisión puramente de ella y otra vez mi trabajo era hacer un proyecto de prosperidad compartida, desarrollo económico regional, política industrial, política de atracción de inversiones, política comercial”, añadió.
Altagracia Gómez adelanta reuniones con empresarios
En espera de que el Instituto Nacional Electoral (INE) confirme el triunfo de Sheinbaum, Gómez Sierra confirmó que se realizarán reuniones con el sector empresarial, continuando con los encuentros previos que se dieron durante la campaña.
“Primero es como dijeron: esperar al resultado final y desde luego seguiremos trabajando la idea de diálogos por la transformación. Ya estábamos justo pensando en el día después de las elecciones y que todo estuviese preparado en planes críticos estratégicos y programáticos,” comentó.
Las primeras reuniones se llevarán a cabo con las cámaras empresariales y posteriormente, de manera individual, con los inversionistas, partiendo de las prioridades económicas del plan de gobierno de Sheinbaum, destacando el nearshoring.
“Hemos estado con todas las cámaras y asociaciones empresariales a nivel federal, también hemos estado en los estados, con los fondos nacionales e internacionales y la idea es, desde luego, tener las puertas abiertas,” concluyó Gómez Sierra.
De acuerdo con la empresaria, el nearshoring se ha convertido en una oportunidad “crucial para la economía mexicana”, especialmente en el contexto actual de las cadenas de suministro globales.
La proximidad geográfica de México a los Estados Unidos ofrece una ventaja competitiva significativa, permitiendo a las empresas reducir costos logísticos y tiempos de entrega, mientras mantienen una mayor flexibilidad y capacidad de respuesta a las demandas del mercado norteamericano.
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