Durante esta Cuaresma, el precio de los productos del mar no solo se ha disparado, sino que también ha marcado una diferencia notable dependiendo de dónde se compren. En mercados y la Central de Abasto, los pescados y mariscos han subido 12% en comparación con el año pasado, pero en los supermercados el golpe al bolsillo es más fuerte, pues ahí el alza llega hasta 18%.
De acuerdo con un estudio de mercado elaborado por la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), el costo de un paquete básico conformado por camarón crudo, surimi, mojarra, pulpo, salmón, pescado sierra y huauchinango se eleva a 2,265.00 pesos en los mercados y centrales de abasto, en contraste con los 2,020.71 pesos del año anterior.
En los supermercados, el mismo surtido alcanza los 2,906.00 pesos, en comparación con los 2,461.06 pesos registrados en 2024, lo cual representa un aumento del 18%.
¿Qué mariscos son los preferidos en la Cuaresma?
La ANPEC también desglosó los precios por kilogramo de los productos más consumidos en esta temporada.
Así, el camarón crudo se ofrece a 295.00 pesos el kilo en los mercados, mientras que en supermercados su precio asciende a 430.00 pesos. En el caso del camarón pacotilla, se cotiza desde 280.00 pesos en mercados, y hasta en 335.00 en supermercados.
Por su parte, el surimi se vende a 188.00 pesos en mercados, y a 175.00 pesos en supermercados; mientras que la mojarra se ofrece a 142.00 pesos en los mercados, frente a 134.00 pesos en supermercados.
Otros productos también muestran diferencias notables: el pulpo se cotiza a 280.00 pesos el kilo en mercados y a 380.00 pesos en supermercados; el salmón a 390.00 pesos en mercados y a 490.00 pesos en supermercados; el pescado sierra a 180.00 pesos en mercados y a 226.00 pesos en supermercados; el huachinango a 270.00 pesos en mercados y a 331.00 pesos en supermercados; y finalmente, el medallón de atún se fija en 285.00 pesos en mercados, mientras que en supermercados se vende a 384.00 pesos.
Pescados y mariscos, afectados por la guerra arancelaria
El presidente de ANPEC, Cuauhtémoc Rivera, explicó que, además del factor inflacionario, la guerra arancelaria ha encarecido estos productos.
Dicha situación ha obligado a muchas familias a replantear sus hábitos de consumo, pasando de considerar los productos del mar como el plato central de la Cuaresma a relegarlos a un rol secundario, ya sea como guarnición o mediante la reducción de las porciones para ajustarse al presupuesto familiar.
La Cuaresma es también un reflejo de la dinámica del mercado mexicano, el hecho de que los consumidores ajusten sus hábitos de compra y busquen alternativas para seguir con sus costumbres demuestra que, a pesar de las dificultades económicas, las familias mexicanas siguen dando prioridad a sus tradiciones
declaró Rivera.
El presidente de la ANPEC recordó que en febrero pasado la inflación repuntó 3.77% anual, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Ante esta escalada de precios, las familias mexicanas recurren a su creatividad para preparar platillos que prescinden de proteína de mar, optando por ingredientes más accesibles.
En este contexto, recetas como las lentejas, los nopales en diversas presentaciones, los chiles rellenos de queso o atún, el caldo de habas y las tortitas de papa o de atún se consolidan como alternativas.
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