Las acciones del navegador satelital TomTom cayeron esta semana tras perder un contrato con Volvo, lo que suma a otros acuerdos que la tecnológica ha perdido y que Google comenzó a aprovechar.
Este hecho alimentó los miedos de críticos que aseguran que el contrato que Google firmó la semana pasada con Renault, antes cliente de TomTom, simboliza el riesgo de mandar a la compañía holandesa a la tercera posición en el mercado, después de la estadounidense HERE Technologies.
En una llamada con analistas de Reuters, el director de TomTom, Harold Goddijn, mencionó que atribuye a la experiencia del usuario, más que al precio, la decisión de sus clientes de abandonarlos en favor de una solución basada en Android.
Las acciones de TomTom bajaron 13.2% a 6.22 euros por título el martes en Amsterdam tras la cancelación del contrato.
El mes pasado, TomTom anunció que analizaba vender su negocio de administración de flotillas, valuado en 820 millones de dólares, para enfocarse en el desarrollo de su sistema de navegación para automóviles.
TomTom aún provee mapas a Apple y Uber.
Google se apodera
“Ahora que Google incursionó en el negocio de la navegación satelital, el negocio se ha convertido en una competencia de tres, TomTom, HERE, y Google, hecho que es claramente menos atractivo para TomTom que un mercado donde solo juegan dos partes”, mencionaron analistas de ING a Reuters.
La portavoz de Volvo dijo que aún no confirman contrato alguno con Google, pero reiteró que la compañía tiene la intención de añadir a Google a su siguiente generación de sistemas de “infoentretenimiento”.
Además de Renault, Google ya cuenta con acuerdos con Nissan y Mitsubishi para proveer los sistemas de navegación incluidos en sus vehículos,
Con información de Reuters