Quizá utilices Slack dentro de tu organización para comunicarte con los colaboradores, ¿pero sabías que es uno de los negocios de internet con más rápido crecimiento y está a punto de hacer su debut en bolsa?
La mente brillante detrás de este imperio informático o como algunos lo han llamado, el ‘Facebook de oficina’, es Stewart Butterfield. Aunque Slack Technologies fue creada entre Butterfield, Eric Costello, Cal Henderson y Serguei Mourachov.
En 2014 se lanzó al mercado la plataforma basada en la nube que ofrece herramientas y servicios para que los empleados se comuniquen y colaboren entre sí. La compañía es hoy en día una de las que mayor crecimiento registra en la historia de internet, de acuerdo con Equidate, la plataforma de análisis de empresas tecnológicas privadas.
En las primeras 24 horas logró obtener más de 8,000 clientes. Ocho meses después de su fundación, en abril de 2014, Slack recaudó 43 millones de dólares. Para octubre de aquel año, la compañía llegó a los 120 millones de dólares de capital de riesgo con una valuación de 1,200 millones de dólares. Esto significa que alcanzó el título de unicornio en poco más de un año.
Cuatro años después, la empresa multiplicó seis veces su valor. Según Equidate, el valor de la compañía tras su última ronda de financiamiento privado es de 7,100 millones de dólares.
Este 20 de junio, Slack debutará en la Bolsa de Nueva York, buscando una valuación de más del doble, entre 16,000 y 17,000 millones de dólares, aunque no realizará una oferta pública inicial.
Siguiendo el ejemplo de Spotify, la empresa de Butterfield optó por realizar un listado directo de acciones que, edemás de eludir cargos de bancos de inversión, evita diluir la participación de aquellos que ya son accionistas.
La gran burocracia de Yahoo!
Butterfield es un emprendedor serial, lo que quiere decir que pese a sus fracasos desarrolló un par de startups exitosas, entre ellas Slack.
Su primer emprendimiento exitoso fue Flickr, la plataforma para almacenar imágenes en la nube y compartirlas.
La idea de Flickr surgió mientras se recuperaba de una intoxicación por alimentos en un hotel de Nueva York. Pese a que solo contaban con el dinero de amigos y familiares, el sitio se volvió famoso al ser el único para almacenar, compartir y descargar fotos. Su lanzamiento también coincidió con el auge de la fotografía digital.
Un año después del lanzamiento, una de las compañías legendarias de internet, Yahoo!, decidió hacerse de la empresa cofundada por Butterfield. Se estima que él y sus socios recibieron una cantidad que rondó los 22 y 25 millones de dólares.
Como parte de la adquisición, Butterfield comenzó a trabajar para la compañía estadounidense como gerente general. Era la primera vez que colaboraba para una empresa del tamaño de Yahoo!
Pero Butterfield se dio cuenta de uno de los mayores inconvenientes de aquel gigante: su burocracia. En 2008 decidió renunciar y volver a lo que realmente le apasionaba: emprender nuevos proyectos.
De un videojuego sin futuro a una empresa de 7,000 mdd
Butterfield volvió a reunir a viejos compañeros de Flickr y Ludicorp para crear una nueva startup llamada Tiny Speck, con la cual desarrollaron el juego Glitch.
Recaudamos 17 millones de dólares en tres rondas y tuvimos 45 personas trabajando en ello. Pero para el 2012 estaba claro que Glitch no se convertiría en un negocio que justificaría 17 millones en capital de riesgo
expuso Butterfield a Business Insider.
Glitch ofrecía un formato multijugador con gráficos bastante sencillos en 2D. Los jugadores podían interactuar entre ellos, ganar recompensas y personalizar sus avatares. Como Butterfield lo mencionó, Glitch no ofrecía algo espectacular. Muy pocas personas entendían cómo funcionaba el juego.
Pero dejó las bases para desarrollar lo que hoy en día es Slack: una app para trabajar de forma colaborativa que reúne en un mismo lugar a las personas, la información y las herramientas para desarrollar proyectos.
De filósofo a diseñador web
La pasión de Butterfield por desarrollar empresas de tecnología se basa en su habilidad para codificar desde temprana edad y en un giro de 180 grados que tuvo su vida profesional.
Butterfield nació en 1973 en un pequeño pueblo de pescadores llamado Lund, en Canadá. Según Business Insider, el CEO de Slack pasó sus primeros tres años viviendo en una austera cabaña sin corriente de agua y electricidad. Dos años después, la familia se mudó a Victoria, capital de la Columbia Británica.
En Victoria tuvo su primer acercamiento con la tecnología: su familia compró una computadora y Butterfield quedó asombrado desde aquel momento. Fue tal el impacto que generó el ordenador que aprendió a codificar a los siete años.
En 1986 culminó la licenciatura en Filosofía en la Universidad de Victoria y en 1988 obtuvo una maestría en Filosofía con enfoque en Biología y Ciencia Cognitiva en la Universidad de Cambridge.
Butterfield estuvo a punto de dedicarse por completo a la academia, debido a que planeaba ser docente de Filosofía.
Al terminar la maestría, su única oferta laboral era la de ser maestro en una universidad en Louisville, Kentucky sin un buen salario. Pero dos profesores cercanos a él le advirtieron que serlo toda la vida no era la mejor opción, según compartió en 2011 durante un evento en Bogotá, Colombia.
Después de reflexionar, decidió optar por el mundo del diseño web, en el que desarrolló y trabajó durante su estancia en la universidad para tener un ingreso extra.
El cambio fue clave. Le permitió desarrollar empresas de tecnología y reforzar su habilidad para emprender negocios.
Muestra de ello es el éxito en el diseño de Slack: simple y que funciona correctamente en teléfonos inteligentes, aunado a un cambio en la forma en cómo hoy trabajamos, que es desde un móvil.
En solo cuatro años, Slack logró consolidar una base de usuarios globales. La plataforma pasó de 140,000 usuarios totales en agosto de 2014 a ocho millones en mayo de 2018.
La compañía, que gana dinero principalmente con suscripciones mensuales o anuales, dijo en los documentos entregados a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos que al 31 de enero contaba con más de 88,000 organizaciones que pagan por el servicio, de los cuales 575 representan más de 100,000 millones de dólares en ingresos recurrentes anuales y representan el 40% de su negocio total. La startup tiene más de 500,000 organizaciones en su nivel gratuito.
Según Markets and Markets, se espera que la compañía crezca a una tasa compuesta anual de 13% para convertirse en una firma de 50,000 millones de dólares para el año 2021, casi el doble del valor de mercado actual de empresas de software como Autodesk (28,600 millones de dólares).