Francia empezará a cobrar un impuesto a los gigantes de internet a partir del 1 de enero, sin esperar que la Unión Europea adopte una norma, anunció este lunes el ministro de Finanzas, Bruno Le Maire.

El nuevo impuesto, bautizado como GAFA, siglas de Google, Apple, Facebook y Amazon, no se limitará a gravar el volumen de negocios, como se negociaba en la UE, sino que se ampliará a los “ingresos por  publicidad, plataformas digitales y reventa de datos personales”, afirmó el funcionario.

“La tasa se aplicará a partir del 1 de enero de 2019 y por todo el año se recaudará un monto que evaluamos en 500 millones de euros”, afirmó Le Maire en una rueda de prensa en París junto al ministro de Desarrollo ruso, Maxim Oreschkin.

Esta medida “podría ser introducida en la ley Pacto”, un plan de acción para el crecimiento y la transformación de las empresas aprobada en primera lectura por la Asamblea Nacional, que será presentada al Senado a principios del año próximo. “Es una posibilidad, pero tampoco es la única”, explicó.

Según el diario francés Le Monde, el gobierno francés está tomando en cuenta este impuesto para financiar algunas de las medidas sociales anunciadas hace una semana por el presidente Emmanuel Macron para calmar las protestas de los chalecos amarillos, cuyo costo se estima en unos 10 mil millones de euros.

En cuanto a los impuestos europeos, Le Maire no se da por vencido y espera que se adopte en marzo una directiva “por unanimidad”.

A inicios de diciembre, los esfuerzos por lograr un acuerdo sobre los impuestos a las grandes tecnológicas fracasaron, pues varios miembros de la UE, entre ellos Alemania, se muestran reticentes a imponer nuevos gravámenes por temor a represalias de Estados Unidos.

Los esfuerzos por gravar las actividades de las tecnológicas también se registran en otras regiones. En México, por ejemplo, Spotify, Netflix y Uber están en la mira para que paguen impuestos. 

Oposición de la industria

Entre las principales críticas a la iniciativa entre los miembros de la industria está la posibilidad de un pago doble de impuestos.

Según las leyes internacionales en materia de impuestos, los ingresos son gravados en donde la empresa genera valor, algo que no es tan sencillo de determinar en el caso de las grandes tecnológicas.

El Wall Street Journal explica que las compañías estadounidenses por lo general reportan ganancias pequeñas -y por lo tanto pagan un impuesto sobre la renta bajo- en los países donde venden sus servicios digitales, pues los consumidores en realidad están comprando a una unidad basada en otro sitio, por lo general, en un país con menores impuestos.

Con información de AFP