El fraude del ‘Crédito del Bienestar’: la estafa que ronda en WhatsApp y redes sociales
Los mensajes llegan disfrazados de “ayuda”, pero esconden trampas con la promesa de préstamos rápidos y sin complicaciones. Los ciberdelincuentes han encontrado en los programas sociales del gobierno un nuevo modo para estafar a los mexicanos bajo el nombre de “Crédito del Bienestar”.
La campaña fraudulenta comenzó a tomar fuerza a inicios de este año tras el lanzamiento oficial del programa “Préstamo Bienestar 2025”. Sin embargo, la compañía de ciberseguridad ha identificado un incremento en mensajes fraudulentos relacionados con supuestos programas otorgados por instituciones gubernamentales.
Y es que los estafadores construyeran su estrategia replicar la imagen del gobierno prometer créditos accesibles para contactar a las personas directamente por redes sociales y aplicaciones como WhatsApp.
“Los ciberdelincuentes se aprovechan de la necesidad económica de las personas y de su confianza en programas sociales, para suplantar a dependencias oficiales y robar datos personales y dinero”, asegura David González, investigador de seguridad informática del laboratorio de ESET Latinoamérica.
El modus operandi del “Crédito del Bienestar”
Las modalidades son diversas pero el mecanismo siempre apunta al mismo objetivo obtener dinero o información sensible. Entre las técnicas más usadas están los mensajes falsos en redes sociales que prometen un “Crédito del Bienestar” sin requisitos, pero exigen depósitos previos por comisiones o seguros que jamás se reembolsan.
Los delincuentes también contactan a las personas por llamadas o mensajes de texto donde solicitan datos personales con el pretexto de renovar préstamos, liberar tarjetas o cubrir supuestos adeudos.
Pero hay una más: los enlaces fraudulentos. Mediante links distribuidos en chats o publicaciones que dirigen a páginas que imitan a dependencias oficiales donde las víctimas llenan formularios que terminan en manos de los defraudadores.
Del préstamo a la amenaza
Una vez que los estafadores obtienen la información inicia una segunda: fase el acoso. David González explica que cunado los delincuentes tienen los datos, comienzan a acosar las personas y a sus contactos, exigiendo pagos bajo amenazas.
“Además de ser un fraude financiero, también es un mecanismo de extorsión y presión psicológica. Ninguna dependencia del gobierno solicita pagos para otorgar un préstamo. Si te piden dinero por adelantado, es una señal de alerta”, agrega el investigador de ESET.
La compañía advierte que para evitar ser víctima de este tipo de fraude entre ellas no compartir datos personales por teléfono redes sociales o mensajes evitar abrir enlaces enviados por números desconocidos.
Además de nunca realizar depósitos para activar tarjetas o liberar préstamos verificar la información en canales oficiales y reportar intentos de fraude utilizar contraseñas seguras y activar el doble factor de autenticación además de instalar un antivirus que alerte sobre páginas poco fiables y bloquee la descarga de archivos maliciosos.
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