Durante gran parte de 2016 y 2017, Uber se colocó en la mira de todos, como sucedió este año con Facebook.
Los escándalos azotaron a la plataforma de transporte, que en ese entonces era dirigida por Travis Kalanick, fundador de Uber.
Estos años fueron una pesadilla para las agencias de relaciones públicas y para el mismo equipo de comunicación dentro de la compañía. Kalanick y su administración habían prendido fuego al interior y en el exterior.
Hoy la empresa sigue en la mira de la prensa, pero no precisamente por sus escándalos, sino porque está por lanzar su Oferta Pública Inicial.
¿Quién fue el responsable de llevar a la compañía del ojo del huracán a un interés positivo?
Su nombre es Dara Khosrowshahi, un empresario que hasta antes de Uber estaba fuera del radar del mundo tecnológico, aunque su carrera ya hablaba por sí sola.
Khosrowshahi es originario de Irán. Nació en 1969. Su pasado le ayudó a forjar su presente.
El ejecutivo tuvo que abandonar Irán durante la revolución. El país del ejecutivo fue azotado por una inflación aguda y una crisis económica importante impulsada principalmente por los movimiento sociales que derrocaron al shah Mohammad Reza Pahleví en 1979.
Khosrowshahi tenía nueve años cuando dejó su país para empezar desde cero una nueva vida en Tarrytown, Nueva York.
Khosrowshahi reinventó Uber y su cultura, así como hizo con su vida.
“Cuando experimentas personalmente la reconstrucción de perder todo, te das cuenta que el miedo no te ayudará de ninguna forma”, dijo en una entrevista a CNN Business en noviembre.
La reconstrucción de Uber
Khosrowshahi asumió como CEO de Uber el 30 de agosto de 2017. La tarea del ejecutivo fue darle forma a la empresa.
Uber terminó mal 2016 y empezó con el pie izquierdo 2017.
En diciembre de 2016, Kalanick anunció que se uniría al consejo económico de Donald Trump, algo que varios ejecutivos, entre ellos el CEO de Walmart, Doug McMillon y Jim McNerney, CEO de Boeing, se negaron a ser parte.
La decisión de Kalanick duró poco tras surgir el hashtag #DeleteUber.
Pero el mayor escándalo se dio hasta febrero de 2017 cuando Susan Fowler, una exingeniera de la compañía denunció a través de un blog el ambiente sexista y de acoso que existía dentro la compañía.
En la publicación, Fowler detalló que un supervisor le propuso tener sexo, además de que otros miembros de la empresa ya habían denunciado prácticas similares sin que la empresa diera respuesta a estas.
La compañía, todavía liderada por Kalanick, abrió una investigación interna que provocó el despido de al menos 20 empleados.
Una de las últimas cabezas que rodó fue la del mismo Travis Kalanick, que en junio de 2017 decidió hacerse a un lado de la empresa por los escándalos y la presión de los inversionistas.
La junta y el equipo ejecutivo de liderazgo estamos seguros que Dara es la mejor persona para liderar a Uber hacia el futuro, para construir productos de clase mundial, transformar a las ciudades y agregar valor a las vidas de los conductores y pasajeros alrededor del mundo mientras que de manera constante refuerza nuestra cultura y hace de Uber el mejor lugar para trabajar
Yasir Othman, Wan Ling Martello, entre otros miembros de la junta directiva de la compañía.
El próximo gran reto
La empresa acertó con la designación de Khosrowshahi.
Durante su primera semana, narró el sitio CNET, el CEO se reunió con empleados, conductores y hasta con usuarios de la plataforma para escuchar sus inquietudes. La transformación de Uber estaba en camino.
Khosrowshahi tomó decisiones duras, entre ellas limpiar la empresa y remover a varios de los ejecutivos, entre los que destacaron el director de Recursos Humanos, el jefe de producto y otros cinco directivos más de alto perfil.
También se dio a la tarea de reformar la cultura interna de Uber. El ejecutivo llevó a cabo varios focus group dentro de la organización de donde salieron 1,200 ideas para mejorar el entorno en Uber. Las ideas fueron votadas.
De esa dinámica salieron una serie de nuevo valores que fueron considerados para implementar la nueva cultura de Uber. Algunos de ellos son: construir cosas globales, pero vivir de manera local; ser obsesivos con la satisfacción del cliente, celebrar las diferencias y hacer las cosas de manera correcta.
Reflejo del impacto que tuvo el ejecutivo se puede evidenciar en las reseñas que ahora posee Uber en Glassdoor. Algunas van desde “ser un lugar donde hay un ambiente atractivo para trabajar” hasta “Dara y su equipo ejecutivo de liderazgo son de primer nivel“.
Sin embargo, su mayor reto ahora es hacer de Uber lo que hizo con Expedia, la empresa que dirigió antes de sumarse a la plataforma de transporte bajo demanda.
Khosrowshahi logró transformar aquella empresa familiar en una organización relevante.
Cuando fue nombrado CEO en 2005, los ingresos de Expedia eran de 2,100 millones de dólares. En 2016 aumentó cuatro veces hasta los 8,700 millones de dólares.
En Expedia el directivo lideró también la adquisición de varias otras firmas, pero principalmente logró lo que Kalanick no pudo: ser querido dentro de la organización.
Mientras fue CEO de Expedia, Khosrowshahi fue nombrado por Glassdor como el director ejecutivo con mejor calificación, el sitio en el que empleados y exempleados realizan de las organizaciones.
De las sombras a Wall Street
El siguiente gran reto de Khosrowshahi es fijar el destino de Uber hacia Wall Street.
Khosrowshahi está convencido que a poco más de un año de haber tomado a la empresa se tienen los incentivos necesarios para que suceda el debut de Uber.
De acuerdo con los reportes, Uber podría superar el valor de 120,000 millones de dólares. Hoy en día la valuación se ubica en los 76,000 millones de dólares.
Y hacia futuro, como lo dejó ver en una entrevista con el portal The Verge, su estilo directivo es todavía más visionario.
Khosrowshahi señaló que quiere convertir a la compañía en una corporación multimodal. Es decir, que desde la app, el usuario pueda solicitar una bicicleta, un Uber y hasta un coche volador.
La empresa dio ya los primeros pasos para la meta del directivo.
En abril, Uber adquirió a Jump y hace unos días, el Financial Times reveló que la empresa estaría dispuesta a adquirir a Lime y a Bird, los dos más grandes jugadores en la industria de scooters compartidos.
“Al llegar aquí, me di cuenta rápidamente de que el futuro de Uber no podía ser solo sobre automóviles”, dijo Khosrowshahi a The Verge.