La multinacional de tecnología Apple está enfrentando una demanda en un tribunal de Londres, acusada de cobrar a los desarrolladores de aplicaciones una comisión injusta del 30% a través de la App Store, lo cual ha costado hasta 1,500 millones de libras a sus consumidores británicos (1,800 millones de dólares).
La demanda masiva fue presentada a nombre de cerca de 20 millones de usuarios de iPhone e iPad en Reino Unido, a quienes se les cobró más de lo normal por la compra de aplicaciones.
Apple replicó que la demanda carece de fundamento y pasa por alto los beneficios otorgados a los consumidores, proporcionados por su sistema operativo iOS que prioriza la seguridad y privacidad.
La demanda fue presentada en el Tribunal de Apelaciones de Competencia de Londres y es la primera acusación masiva contra un gigante tecnológico que llega a manos del régimen de acción colectiva de Gran Bretaña, con muchos otros casos esperando su turno.
¿Apple está en una posición dominante?
Rachael Kent, académica británica que presenta el caso, argumenta que Apple se ha enriquecido con “ganancias exorbitantes” que son fruto de su exclusión a toda la competencia en la distribución de aplicaciones y compras dentro de las mismas.
Según sus abogados, esta postura dominante permite a Apple imponer condiciones restrictivas a desarrolladores de aplicaciones y cobrar comisiones excesivas que recaen sobre los consumidores.
Apple no sólo es dominante… tiene una posición monopolística del 100%
dijo Mark Hoskins, abogado de Kent, en documentos judiciales.
Reguladores presionan a la empresa de tecnología
En los últimos meses, Apple ha estado bajo una creciente presión de reguladores de Estados Unidos y Europa debido a las tarifas que cobra a desarrolladores externos, sosteniendo el argumento de que el 85% de los desarrolladores no pagan ninguna comisión.
Marie Demetriou, abogada de la empresa, señaló en documentos judiciales que la comisión refleja “los enormes beneficios conferidos a través de la innovación de Apple al ecosistema iOS en su conjunto”.
Asimismo, destacó que el caso de Kent ignora por completo los derechos de propiedad intelectual de la empresa de tecnología, describiendo la afirmación de que Apple debe permitir a desarrolladores usar su tecnología como deseen como una “expropiación de derechos de propiedad disfrazada de competencia”.
Con información de Reuters
Te puede interesar:
