El T-MEC se ha convertido en uno de los motores del comercio agrícola estadounidense, por lo que es importante para los productores establecer criterios favorables.
Si las negociaciones avanzan rápidamente y el tratado se mantiene prácticamente intacto, los flujos de inversión se estarían recuperando aproximadamente entre 2026 y 2027.
La mayoría de las exportaciones mexicanas ingresan libres de aranceles a La Unión Americana y algunos productos o bienes no están incluidos en las alzas.