Al cierre del segundo trimestre del año, la deuda de Vesta ascendió a poco más de 900 millones de dólares, de la que más de 90% corresponde a largo plazo
La adquisición de inmuebles se centrará en manufactura, que generan ingresos dolarizados, y que serán complemento del portafolio de logística, cuyos ingresos son en pesos