La desaparición de las dos salas y la concentración de todos los casos en el pleno, generará una sobrecarga de trabajo que podría derivar en un mayor rezago en la resolución de asuntos. Los nuevos ministros también deberán resolver expedientes en trámite sin conocer a fondo su historial.
Empresarios y abogados con vínculos en el sector privado figuran entre los candidatos a ministros de la SCJN, lo que abre la puerta a los posibles conflictos de interés.