Pese a la revisión, Fitch advierte que el perfil financiero de Pemex sigue siendo débil, con un flujo de fondos operativo negativo y un apalancamiento elevado.
El plan de reestructura de Pemex será de mediano plazo y los resultados tardarán en llegar más allá del actual sexenio siempre y cuando se aplique a profundidad.
Esta aclaración surge en un contexto de creciente preocupación por una posible desaparición de Gasolinas Bienestar. Y es que, en el comunicado original de Pemex, la compañía no especificaba que el mensaje estaba dirigido únicamente a sus empleados.
Los bonos corresponden a una emisión que Pemex realizó en enero de 2020, como parte del Programa de Pagarés a Mediano Plazo. En aquella ocasión, la petrolera colocó dos instrumentos de 2,500 millones de dólares cada una, con vencimientos en 2031 y 2060.
La calificadora advierte que la incertidumbre generada por la nueva legislación y la reforma judicial podría frenar la inversión privada, justo en un contexto marcado por tensiones geopolíticas e inestabilidad comercial.
De acuerdo con los registros indicados, de enero a marzo, se identificaron a nivel nacional 2,444 tomas clandestinas en ductos de petrolíferos y/o hidrocarburo.