La debilidad de la inversión se debió a que la construcción reportó una caída de 5.1% anual en el primer semestre, afectada por la no residencial, cuyo descenso fue de 15.3% anual.
El consorcio chino-portugués multiplicó su negocio en México con obras estrella de la 4T, desde el Tren Maya hasta aeropuertos y autopistas, pese a los señalamientos por sobrecostos e irregularidades.