Las declaraciones del Presidente Andrés Manuel López Obrador y de la Secretaria de Energía Rocío Nahle sobre el estado del mercado eléctrico mexicano carecen de peso jurídico, pero sí muestran una clara intención de continuar su batalla por restaurar el monopolio de generación eléctrica de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).

El presidente dijo durante su conferencia de esta mañana que el ejecutivo “procederá contra quien resultara responsable por el daño estimado a la Hacienda pública”, por concepto de contratos ilegales de venta de energía a la CFE.

“Es un tema meramente político. Cualquiera puede denunciar lo que quiera ante la Fiscalía General de la República, pero eso no quiere decir que vaya a ser procedente”, advirtió Santiago Arroyo, abogado especialista en energía.

“Lo que pasó con la Comisión Federal de Competencia Económica sí es un golpe devastador para ellos en el tema jurídico, porque se confirma que, desde la perspectiva de la Corte, el presidente, la Sener y la CFE tienen facultad sobre las líneas de transmisión y distribución, pero no sobre las actividades de generación y comercialización”, acotó.

Para Arroyo, la decisión evidencia la injerencia política e ideológica en las intenciones de Presidencia, que no se están sustentando desde un punto de vista jurídico.

La decisión de ayer representa una suspensión más en una serie de suspensiones a estas políticas que la Corte tendrá que analizar para dar un fallo definitivo. “El gobierno está arrinconado en una situación desfavorable”, señaló Arroyo.

Las recientes declaraciones del presidente y la secretaria sirven para reiterar la postura del gobierno, pero no tienen un peso propio específico, al tiempo que también enturbian las razones detrás de esta postura, explicó Elie Villeda, analista del sector energético.

“El problema del gobierno es que maneja muchos mensajes al mismo tiempo y generan confusión dentro de los propios temas que ellos quieren atacar”, señaló. “Si hay un problema de influyentismo y corrupción, no se ataca con una política que inició por un tema de confiabilidad en el sistema. Son muchos mensajes cruzados”.

Villeda advirtió además que la CFE no fue obligada a comprar energía, como señaló Rocío Nahle en varias entrevistas radiofónicas, sino que tenía la opción de generar su propia energía y venderla al suministrador básico respetando el marco legal. “(Esa declaración) es una desinformación total, y no es un término que yo utilice a la ligera”, dijo.

Sobre el tema de las plantas de generación hidroeléctrica y su posición en el despacho, el experto señaló que las reglas en este sentido son claras y se basan en la disponibilidad y precio.

“Si tú no tienes el recurso hidrológico o las reservas disponibles para generar la electricidad, no puedes echarle la culpa al privado. En el reporte del monitor independiente mayorista señaló que las hidroeléctricas de CFE fueron repotenciadas, pero tuvieron poca disponibilidad debido a temas climatológicos: fue un año de sequía en México”, explicó.