México espera albergar en octubre los ensayos de la vacuna rusa contra el COVID-19, Sputnik-V, dijo este jueves Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, quien encabeza las negociaciones con otros países y empresas multinacionales para tener acceso a los productos de más de media docena de proyectos en ese campo.

El gobierno mexicano anunció en agosto un acuerdo con Argentina y farmacéuticas de ambas naciones para producir de forma conjunta la vacuna de la compañía AstraZeneca y la Universidad de Oxford, una de las más avanzadas, y distribuirla en América Latina en 2021.

Al mismo tiempo pactó acoger ensayos de la vacuna en fase avanzada de los laboratorios Sanofi, de Francia; Janssen, de Estados Unidos; un instituto de Italia, y dos empresas chinas; y planea hablar con Cuba sobre su producto Soberana 01 y con Alemania sobre la empresa de biotecnología CureVac.

En un acto en el que participó de forma virtual un representante de la empresa Russian Direct Investment Fund (RDIF), fondo que está detrás de la vacuna rusa, Ebrard dijo que México recibirá los resultados de la fase 1 y 2 del producto para su análisis y que Moscú le propuso participar en la fase 3.

“Significa que en los primeros días de octubre, si la autoridad regulatoria de salud (mexicana) así lo considera, que esperemos que así sea, se pueda traer a México esa vacuna”, dijo, para detallar luego que serán enrolados “varios miles” de voluntarios para que participen en el test.

“De resultar positivos los resultados, y que la Cofepris, así lo disponga, ya estaría disponible en los próximos meses en México”, añadió.

Tras conocerse el interés del país en la vacuna rusa, el presidente Andrés Manuel López Obrador se ofreció en agosto a probarla personalmente, a pesar del recelo de algunos científicos.