El Senado de la República aprobó el 11 de diciembre el dictamen que reforma el artículo 311 y adiciona el Capítulo XII Bis de la Ley Federal del Trabajo, sobre el trabajo desde casa, mejor conocido como home office, que consiste en todas las actividades realizadas por los trabajadores fuera de la empresa o del centro de trabajo, empleando nuevas tecnologías de la información y comunicación.
Si los trabajadores realizan el 40% de sus labores bajo esta modalidad, será considerado como teletrabajo y mantendrán los mismos derechos laborales que un empleado que trabaja de manera presencial.
Además, las empresas estarán obligadas a pagar el servicio de telecomunicaciones de quienes laboren en esta modalidad, así como una parte proporcional del gasto en electricidad y el equipo necesario para el teletrabajo, como equipo de cómputo, sillas ergonómicas e impresoras.
Michel Hernández Tafoya, del Observatorio de las Telecomunicaciones de México (Observatel) dijo que hay un ecosistema que debe existir para trabajar en estas condiciones de evolución tecnológica a partir del confinamiento.
La pandemia evidenció la importancia de que contemos con redes de telecomunicaciones y que los trabajadores tengan acceso a estos
Michel Hernández Tafoya
Las empresas deben reconocer que muchos de los trabajadores emplean recursos propios para adaptarse al home office mediante la distribución de costos, tal como lo propusieron los legisladores. Sin embargo, el experto en informática advierte que también debe prestarse atención al desarrollo de infraestructura.
“Empresas que generan infraestructura tiene que estar soportando la carga que implica un aumento en el sector residencial tal como se garantiza la conectividad en las oficinas. Pero eso también genera que muchas empresas de telecom tienen que enfocarse en garantizar conectividad de alta calidad en todas las zonas del país, más allá de los centros urbanos”.
Hernández considera que es positivo que se aborde el aspecto digital del trabajo, pero aún hay una ausencia de una política de tecnología desde nivel Ejecutivo.
“Falta una política pública integral que reconozca la digitalización como una catalizador para el desarrollo de México. La pandemia pudo haber sido un detonante de una política de este tamaño, pero ha faltado que el gobierno le dé su dimensión a la digitalización del país”, apuntó.
El proceso legislativo sobre el home office
La Cámara de Diputados aprobó en lo general y en lo particular el dictamen en materia de teletrabajo, con 426 votos a favor, cero en contra y cero abstenciones, y lo devolvió al Senado para que decida si avala las modificaciones.
Un día después, la Cámara de Senadores hizo lo propio con 91 votos a favor durante la noche del miércoles, en una jornada en la que aprobaron en fast track la reforma a pensiones y los nombramientos de Galia Borja en Banxico y Graciela Márquez en la junta de gobierno del Instituto Nacional de Geografía y Estadísticas (Inegi).
“Celebro la rapidez con la que se aprobó la iniciativa y creo que tiene grandes oportunidades sobre los derechos de los trabajadores”, dijo Estefanía Rueda, abogada laboral, a EL CEO.
Rueda considera que es más redituable mantener a los trabajadores a distancia que en espacios conjuntos, que suelen ser más caros, pues el mantenimiento de las oficinas acarrea otros costos como el pago al personal de aseo, luz y estacionamiento.
La iniciativa fue turnada al Ejecutivo federal para su publicación y entrada en vigor, no obstante, el transitorio 2 dice que se da un plazo de 18 meses para regular por completo. Es decir, 2021 no será el año en que se vean reflejados los beneficios de la ley.
“Conforme lo que sucede, los patrones van a preferir pagar cuestiones como el internet que gaste el trabajador como parte de la luz que pague el trabajador”, prevé.
Para Rueda, esta ley puede ayudar a que las condiciones de trabajo se celebren por escrito para brindar certidumbre jurídica a todos. Así como para que la empresa provea de equipos e insumos de trabajo.
La ley que aprobaron contempla que los empleadores también deberán asegurar la protección de los datos personales de los trabajadores, el derecho a la intimidad, incluyendo acotaciones a las circunstancias en las que se pueden usar cámaras de video y micrófonos, así como el respeto al derecho a la desconexión.
El dictamen aprobado también establece que los trabajadores tendrán la responsabilidad de resguardar y conservar el equipo y otros insumos proporcionados por la empresa.
“Buscamos que el teletrabajo sea una alternativa viable al empleo presencial, y no un régimen sustituto que precarice las condiciones de vida”, dijo Ana Priscila González, diputada de Movimiento Ciudadano al dar la postura de su bancada.
El diputado de Morena, Marco Antonio Medina Pérez, subrayó el papel crucial del teletrabajo en el contexto de la pandemia del coronavirus y dijo que la reforma reconoce una nueva forma de relación laboral y establece las condiciones para realizarlo respetando los derechos de los trabajadores.
Al fundamentar el dictamen, Manuel de Jesús Baldenebro Arredondo, diputado presidente de la Comisión de Trabajo y Previsión Social de la Cámara Baja, dijo que se busca promocionar el equilibrio de la vida laboral y personal del trabajador,