La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolverá este miércoles si mantiene el amparo interpuesto por Sanborns contra la prohibición de la venta de vaporizadores establecida en la Ley general para el control del tabaco.

La Segunda Sala determinará si la cadena perteneciente a Grupo Carso, de Carlos Slim, puede comercializar los cigarrillos electrónicos de la marca Iquos, que actualmente tiene en catálogo.

El juicio de amparo sometido a revisión tiene el folio 853/2019 y estuvo a cargo del ministro Javier Laynez Potisek. Este proyecto permitió a Sanborns vender dichos productos, pese a la prohibición establecida en la legislación mexicana.

El amparo determinó que la fracción VI del artículo 16º de la Ley general para el control del tabaco viola la garantía de igualdad estipulada en el artículo 1º de la Constitución Política de México.

Si bien el documento reconoce la validez de los objetivos constitucionalmente válidos relacionados con la salud pública, también asegura que la “prohibición absoluta” está “fuera de proporción”.

La SCJN atrajo el asunto, al tratarse de un tema que involucra la salud pública, por lo que puede revocar el “permiso” a Sanborns, explica Gonzalo Sánchez de Tagle, abogado constitucionalista.

En caso de que la Corte así lo decida, Sanborns deberá dejar de vender cigarrillos electrónicos o calentadores de tabaco de manera inmediata.

“Como máximo tribunal en el país, la SCJN tiene la última palabra en este litigio. No hay vuelta atrás ni otra opción para Sanborns después de mañana”, dice Sánchez de Tagle.

Las ONG, en contra

A propósito de la posible revocación del juicio de amparo que favoreció a Sanborns, diversas organizaciones civiles se expresaron su preocupación sobre el precedente que podría fincar tal decisión.

Erick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx, Arturo Sabines, de la Comisión Nacional contra las Adicciones, Juan Zinser Sierra, presidente del Consejo Mexicano contra el Tabaquismo y Juan Núñez Guadarrama, coordinador de la Coalición México SaludHable hablaron de los efectos negativos de los vaporizadores contra la salud.

En conferencia de prensa, aseguraron que la información con la que cuentan las autoridades es “extemporánea” sobre los vaporizadores, cuya principal promesa es ayudar a dejar el tabaco convencional.

“No está comprobado que estos nuevos productos sean una alternativa para dejar de fumar, al contrario, han provocado que el problema del tabaquismo sea más grande y preocupante ya que quienes los utilizan terminan convirtiéndose en dobles fumadores”, dijo Zinser Sierra.

La idea de que estos productos son menos tóxicos carece de base científica, debido a que contienen sustancias tóxicas que dañan los pulmones y generan problemas respiratorios, dijo el experto.

A la par de la discusión en la SCJN, la Cámara de Diputados sostendrá un foro sobre regulación de estos artículos. Se tiene contemplada la participación de la Secretaría de Salud (SSA).

“Existen nueva evidencia y nuevas experiencias que obligan a los ministros a actualizarse y tomar un posicionamiento sobre favorecer los intereses de salud pública o los de la industria”, argumentó Antonio Ochoa.

Regulación sui géneris

La venta de vaporizadores en México está prohibida, pero su utilización es irrestricta por el derecho al libre desarrollo de su personalidad.

“El marco legal en México es ‘sui géneris’ porque ningún producto que se vende tiene permiso de importación, pero tampoco se prohíbe su consumo, aunque carecen de autorización sanitaria”, dice Javier Zúñiga, abogado de la organización civil Salud Justa MX.

En la Cámara de Diputados se han presentado varias iniciativas para incluir los vaporizadores en la Ley General para el Control del Tabaco, aunque ninguna logró avanzar al Pleno.

El mercado de estos productos creció alcanzó en 2018 un valor de 22,600 millones de dólares (mdd) y 41.3 millones de consumidores habituales en todo el mundo, según la agencia Euromonitor International.

En México no existen datos fidedignos sobre los ingresos generados por la venta de vaporizadores.

Sin embargo, la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (Encodat) 2016-2017 indica que 5.02 millones de personas de entre 12 y 65 años de edad probaron al menos una vez algún cigarrillo electrónico.

La Secretaria de Salud de San Luis Potosí reportó el 8 de noviembre la primera muerte relacionada con el uso de cigarros electrónicos en México. El fallecido fue un hombre de 18 años que presentaba una “neumonía atípica grave”.

Sanborns no es la única empresa que se ha amparado ante la prohibición de venta de los vaporizadores. British American Tobacco y Marlboro son dos de los principales distribuidores.