El presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó este lunes un plan para la búsqueda de más de 40,000 personas desaparecidas en México, delito que recrudeció en medio de la violencia criminal y que el mandatario atribuyó al neoliberalismo.

El proyecto contempla integrar el apoyo técnico de agencias internacionales de derechos humanos, la experiencia de búsqueda que las familias de víctimas han desarrollado por años, y la creación de un instituto nacional forense, entre otras cosas.

“Se estima que existen 40,000 personas desaparecidas, más de 1,100 fosas clandestinas, alrededor de 26,000 cuerpos sin identificar en servicios forenses y esto da cuenta de la crisis humanitaria y de violación a los derechos humanos que estamos enfrentando”, dijo en la rueda de prensa Alejandro Encinas, subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación y quien estará al frente de la estrategia.

El territorio mexicano “se ha convertido en una enorme fosa clandestina”, afirmó el funcionario.

La mayoría de los desaparecidos son personas de entre 17 y 29 años de edad, de escasos recursos y varones. También se cuenta un número significativo de mujeres desaparecidas por el tráfico de personas y un creciente número de casos de niños.

Entre 8 y 10% de las personas desaparecidas son migrantes, provenientes principalmente de Centroamérica, dijo el funcionario, en momentos en que miles de ellos cruzan el territorio mexicano en dirección a Estados Unidos.

“Los principales responsables (de estas desapariciones) son particulares vinculados a la delincuencia organizada”, añadió Encinas.

El nuevo Sistema Nacional de Búsqueda (SNB) de personas estaría listo en marzo e irá acompañado de la designación en los próximos días del nuevo titular del organismo, dijo.

El plan también contempla contar por primera vez con un Instituto Nacional de Identificación Forense que integre una base de datos compartida en todo el país, el apoyo técnico de distintas agencias de la ONU, CIDH, Cruz Roja Internacional, Equipo Argentino de Antropología Forense, entre otros.

En el pasado, organismos internacionales han ayudado en el esclarecimiento de emblemáticos casos como la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, masacres ocurridas en el norte del país y identificación de cuerpos hallados en fosas clandestinas, entre otras.

Además de búsqueda de personas desaparecidas bajo el supuesto de que están vivas, el Gobierno también contempla esquemas de justicia como castigo a responsables, incluyendo a altos mandos de instituciones en casos de desapariciones forzadas, las cuales, habrían sido cometidas por policías municipales, estatales y federales, además de fuerzas armadas.

López Obrador insistió nuevamente que el modelo neoliberal es el responsable de fondo e incluso comparó los 36 años en que se implantó este modelo en México con “el saqueo de tres siglos de dominación española”.

El presidente también atribuyó al operativo militar antidrogas lanzado en diciembre de 2006 el elevado número de desapariciones.

“Nunca más declarar la guerra para enfrentar problemas de inseguridad que surgieron por desatención al pueblo, por el modelo económico llamado neoliberal”, dijo.

Pese a sus duras críticas contra el operativo antidrogas, López Obrador impulsa la creación de una guardia nacional integrada por decenas de miles de militares.

La guardia nacional también es duramente criticada por defensores de derechos humanos y agencias de la ONU pues consideran que va mucho más allá que el operativo lanzado en 2006 y equivale a la militarización del país.

En medio de la violencia ligada al narcotráfico, desde diciembre de 2006 suman más de 200,000 muertes violentas en México, según cifras oficiales que no detallan cuántos casos estarían ligados al crimen.

Con información de AFP y Reuters