La reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) ha recibido el visto bueno en el Senado de la República y con ello se ha despertado el temor de diversos inversionistas al considerar que no contarán con una defensa ante las decisiones del Ejecutivo.

Algunos críticos de la reforma que busca elegir a los jueces, ministros y magistrados mediante el voto popular han asegurado que el país podría retroceder hasta 50 años el clima de negocios, al considerar que el poder girará en torno al Ejecutivo, tal y como sucedió durante mucho tiempo con el Partido Revolucionario Institucional (PRI). 

El presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), José Medina Mora, aseguró que con la modificación constitucional se está regresando a los años 70, porque se está centralizando todo el poder en el presidente.   

El dirigente empresarial parece no ser el único en pensar de esa manera. A principios de año Global Companies in México —organización que incluye a marcas como Nestlé, AT&T y MetLife, entre otras— advirtió que el entonces proyecto de ley podría desincentivar  la inversión por no garantizar la independencia del Poder Judicial.  

México se ha venido deteriorando como destino de inversión extranjera directa

afirmó Medina Mora.

Temor a la politización en el Poder Judicial tras la reforma

Si bien tanto López Obrador como la presidenta electa Claudia Sheinbaum han enviado una serie de mensajes reconfortantes para reducir los temores de los empresarios, el presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, José Domingo Figueroa, señaló que una “posible politización” en los nombramientos del Poder Judicial  “abriría la puerta a que los jueces enfrenten presiones externas que podrían comprometer su independencia e imparcialidad”. 

Añadió que podría haber un efecto dominó y llevar a un pérdida de confianza entre los inversionistas y por tanto habría una desaceleración en la nueva inversión extranjera directa que podría llevar a México a perder su grado de inversión. 

Uno de los principales puntos de los cuales se sostienen las esperanza de inversión en México es el nearshoring; sin embargo, la reforma al Poder Judicial también podría poner esto en riesgo. 

Jorge González Henrichsen, codirector ejecutivo de Nearshore Company, señaló que México no es la única opción para fabricar; mientras la directora de Investigación Económica de Grupo Financiero Base, Gabriela Siller, apuntó que las afectaciones al nearshoring podrían impactar 1.9% por año al Producto Interno Bruto (PIB).

Con información de Bloomberg 

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