En la búsqueda de una justicia eficiente y expedita en México, siempre debe importar la solidez y transparencia que ejerza el Poder Judicial. Sin embargo, las distintas instancias y áreas que lo conforman padecen de un problema en el que se ha puesto la lupa: el nepotismo.

Esta preferencia que tienen algunos funcionarios de otorgar puestos a familiares o amigos ha hecho que distintos miembros de la sociedad civil exijan cambiar los mecanismos internos que rigen a ese poder, en busca de terminar con la concesión de empleos por las relaciones de parentesco y no de mérito.

Investigaciones periodísticas han destapado una auténtica caja de pandora en los últimos meses, en donde los salpicados por incurrir en este tipo de prácticas alcanzan los más altos cargos, como los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.

Recientemente se señaló al ministro presidente Luis María Aguilar Morales, cuya hija, Ana Elena Aguilar Arrengóiz, ha laborado en distintos cargos y actualmente es profesional operativa en la oficina o ponencia del ministro Alberto Gelacio Pérez Dayán, donde percibe un sueldo bruto de 34,757 pesos mensuales, pese a tener estudios como cirujano dentista.

Otro caso fue el de la hija del ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo, la abogada Daniela Pardo Soto Reyes, quien actualmente funge como secretaria de estudio y cuenta adjunta en la Secretaría Jurídica de la Presidencia, donde percibe un sueldo bruto mensual de 135,000 pesos.

Con estos antecendentes, Juan Carlos Pérez Góngora, presidente de la asociación México Justo, entregó a la Cámara de Diputados un escrito donde exige un juicio político a ambos ministros por incurrir en delitos como cohecho, abuso de funciones y tráfico de influencias.

El tema es trascendental para el país porque si hablamos de eliminar la corrupción, tenemos que eliminar la impunidad empenzando con el órgano que imparte justicia en el país. El máximo funcionario del Poder Judicial aprovecha su puesto para lograr beneficios personales para él y su familia

Juan Carlos Pérez Góngora, presidente de México Justo

En agosto pasado, un estudio de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, encabezado por el investigador del CIDE, Julio Ríos, mostró lo preocupante del problema, donde se informaba que, en promedio, el 51% de los jueces y magistrados han logrado que uno de sus familiares trabaje en su misma área o unidad administrativa.

En ese informe se explica también que la forma de contratación no es directa para no violar la ley, lo que implica un esquema cruzado, que es denominado como relación laboral endogámica, ya que otra persona de su mismo circuito judicial la incorpora.

A lo anterior, Pérez Góngora denomina como una auténtica simulación. “Yo le preguntaría al ministro que contrató a la hija del ministro presidente, ¿qué características vio él para contratarla si es una dentista de profesión?”

La asociación México Justo recalca la importancia de realizar una limpia en el Poder Judicial y sus procesos, ya que destacan que se está cerrando el paso a secretarios, jueces y magistrados muy capaces para importantes cargos que se enfrentan “a las mafias” que dan preferencia a personas con algún parentesco.

Un Consejo más independiente

Otra de las iniciativas que desarrollan y que consideran importantes es la de la modificación del Consejo de la Judicatura Federal (CJF), el cual debe ser más independiente, según explican, para convertirse en un órgano más ciudadano “que realmente vigile”.

El 9 de octubre, el ministro José María Aguilar, también presidente del CFJ, ordenó una investigación para encontrar e identificar las posibles relaciones o vínculos familiares entres los servidores públicos del Poder Judicial.

“Con qué calidad moral el presidente de la Suprema Corte ordena hacer una revisión de nepotismo, si él lo está haciendo. Se debe comenzar por la Suprema Corte, el problema es que la Judicatura puede revisar todo menos la Corte. La estructura está mal, se debe cambiar”, critica el promotor de los juicios políticos.

En el informe “El déficit meritocrático, nepotismo y redes familiares en el Poder Judicial de la Federación”, de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, se indica que el 93% de los cargos que tienen los parientes consanguíneos de los Jueces y Magistrados no cuentan con filtros meritocráticos.

Solamente el 5% de los cargos que tienen los parientes consanguíneos de los titulares tienen exigencia meritocrática alta.

Anteriormente, en la SCJN han existido otros casos de nepotismo, como lo fue en su momento con el ministro Juan Silva Meza y la ministra Olga Sánchez Cordero, hoy futura secretaria de Gobernación, cuyos hijos Fernando Silva y Paula María García Villegas, respectivamente, estuvieron como secretarios de estudio y cuenta de la ministra Margarita Luna Ramos.

“Se estima que el Poder Judicial tiene a aproximadamente 8,000 familiares trabajando, se tiene que analizar cada uno de los casos, es una labor fundamental que se debe hacer”, concluyó Juan Carlos Pérez Góngora, presidente de la asociación México Justo.

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